La extensión: permite ocupar un espacio determinado.
La masa: es la cantidad de materia que contiene un cuerpo.
La inercia: impide el desplazamiento sin la influencia de una fuerza,
impenetrabilidad que hace que otra materia no pueda ocupar el mismo espacio.
La porosidad: implica los intersticios entre las partículas que la conforman.
La divisibilidad: es la capacidad de subdivisión en partes del todo de la materia.
La elasticidad: permite que la materia vuelva a su forma original cuando ya la fuerza
cesa de ejercer su fuerza y por último la temperatura.
Las propiedades extensivas: son aquellas que el valor medido reside en las
propiedades de la masa. Por ejemplo: el peso, el área, volumen, la presión de
gas, la disminución o el aumento de calor, etc.
Las propiedades intensivas: en cambio son valores medidos que no dependen
de la masa, por ejemplo el color, sabor, reactividad, la electronegatividad, etc.
La densidad: es la relación entre la masa.
El volumen: es el punto de ebullición que se refiere a la temperatura
en que, exclusivamente los líquidos, hierven.