Después de los infructuosos esfuerzos de Babbage, se progresó poco en la construcción de computadoras digitales hasta la Segunda Guerra Mundial. Alrededor de la mitad de la década de los cuarenta, Howard Aiken en Hardvard, Jon Von Neumann en el Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, J. Presper Eckert y William Mauchley en la Universidad de Pennsylvania y Konrad Zuse en Alemania, entre otros, lograron construir máquinas de cálculo mediante bulbos. Estás máquinas eras enormes y llenaban cua
Después de los infructuosos esfuerzos de Babbage, se progresó poco en la construcción de
computadoras digitales hasta la Segunda Guerra Mundial.
Alrededor de la mitad de la década de los cuarenta, Howard Aiken, Jon Von Neumann, J. Presper
Eckert y,William Mauchley y Konrad Zuse, entre otros,
lograron construir máquinas de cálculo mediante
bulbos.
Estás máquinas eras enormes y llenaban cuartos completos con decenas de miles de bulbos, eran
mucho más lentas que la computadora casera más económica en la actualidad.
Toda la programación se realizaba en lenguaje de maquina absoluto y con frecuencia se utilizaban
conexiones para controlar las funciones básicas de la máquina.
Los lenguajes de programación se desconocían (incluso el lenguaje
ensamblador).
Los primeros sistemas operativos eran extraños (no se oía de los sistemas
operativos).
El modo usual de operación consistía en que el programador firmaba para tener acceso a un bloque
de tiempo en la hoja de registro situada en la pared, después bajaba al cuarto de máquinas,
insertaba su conexión (tablero enchufable) en la computadora y pasaba unas horas esperando que
ninguno de los 20,000 tubos o más bulbos se quemara durante la ejecución.
La inmensa mayoría de los problemas eran cálculos numéricos directos, como por ejemplo el cálculo
de valores para tablas de senos y cosenos.