La celda permite la vigilancia, y a la vez impide el contacto entre los
presidiarios
Esto garantiza el orden, pues el detenido se encuentra en un estado de visibilidad permanente que
garantiza el funcionamiento auomático del poder
Basta entonces situar un vigilante en la torre central y
encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, un
condenado, un obrero o un escolar
El dispositivo panóptico dispone unas unidades espaciales que permiten
ver sin cesar y reconocer al punto
La inversión funcional de las disciplinas:
La disciplina hace crecer la habilidad de cada cual.
Aumentan las aptitudes, las velocidades, los
rendimientos y por ende las ganancias, moraliza
las conductas y finaliza los comportamientos.
La enjambrazón de los mecanismos disciplinarios:
No simplemente formar niños dóciles, también permitir vigilar a los padres, informarse de su modo de vida,
de sus recursos de su piedad, de sus costumbres
La nacionalización de los mecanismos de disciplina:
Vigilancia permanente, exhaustiva, omnipresente, capaz de hacerlo todo visible, pero a condición de
volverse ella misma invisible, para tomar en cuenta el comportamiento de los individuos.