Ser un buen estudiante aveces suena un poco aburrido,
pues para la mayoria de las personas les da pereza estudiar
o crear un plan de estudio.
Escuchar y participar son características de un buen estudiante, pero si lo que deseas es superarte a
ti mismo y obtener excelentes notas, los siguientes consejos te ayudarán a lograrlo.
Exísen muchos hábitos de estudio que un
estudiante puede utilizar para lograr ser un buen
estudiante
Para ser un buen
estudiante, una de las
cualidades que debes
desarrollar es ser
organizado. Sin
organización, ¡estarás en
problemas a la hora de
encontrar tus útiles y notas!
Consigue una carpeta con
clasificador para guardar tus
notas, tareas y exámenes en
ella. Para diferenciar la
sección correspondiente a
cada materia, compra hojas
con pestañas o hazlas tú
mismo. Compra carpetas de
papel para reemplazar a la
carpeta con anillas o para
organizar esta última mejor
Cómprate una agenda o
planificador para tomar nota de
las fechas en que debes entregar
las tareas, los exámenes y los
grandes proyectos. De esa forma,
cuando llegues a casa por la
tarde, podrás organizarte un
buen horario para tus tareas,
pensar bien qué debes hacer
primero y cuándo debes hacerlo.
Con respecto a las tareas, es
necesario saber priorizar.
Consigue un estuche
para guardar todos tus
útiles. Asegúrate de
tener siempre un lápiz
extra por si acaso. Si te
gustan los portaminas,
asegúrate de también
llevar minas extras en el
estuche.
Asegúrate de que tu casillero
esté limpio y ordenado.
Mantenlo libre de papeles
sueltos y guarda todo lo
importante en tu carpeta
anillada o en carpetas de
papel. No lo decores
demasiado ya que no tiene
ningún sentido y tendrás que
quitar las decoraciones al
final del año.
Asegúrate de llevar siempre las
tareas hechas y de tomar buenas
notas, que sean nítidas para que las
puedas leer con facilidad más tarde.
Dejar para después lo que puedes
hacer hoy es buscarse problemas y
resultados mediocres. Si un trabajo
ha de entregarse el lunes y ya has
tenido tres semanas para hacerlo,
no esperes al domingo para
acabarlo. Trata de hacer un poco
todos los días hasta que lo
termines.
Muestra que estás deseoso
de participar y de
aprender. Si no entiendes
algo, no tengas miedo de
preguntarle al profesor.
Cuando tengas algo que
compartir, levanta la mano.
Adelántate al material visto en
clase. Si quieres ser el líder de
tu clase tienes que esforzarte
mucho (a veces, los profesores
no quieren que te adelantes,
por lo que esta puede no ser
una buena idea). Completa las
guías de trabajo cuando te las
dan o haz tus propias guías.
Sentirte vitalizado y despierto es lo
ideal para poder estudiar. Las
distracciones a la hora de estudiar
harán que no aproveches el tiempo
y que el estudio sea menos
efectivo. Estas incluyen: la
televisión, personas hablando, la
radio y cierto tipo de música, etc.,
cualquier cosa que te desconcentre
de lo que haces en ese momento.
¡Ve a la escuela dispuesto a
aprender! Si crees que
definitivamente no vas a
aprobar el examen,
¡reconsidéralo! Al aprender
algo nuevo, te volverás cada
vez más inteligente.}
¡Relájate! Una vez que
hayas acabado tus tareas,
diviértete un poco. Puedes
ver la televisión o empezar
a leer ese libro que tenías
tantas ganas de leer.
Si el profesor te hace
una pregunta, responde
con confianza aunque la
respuesta esté mal.
No vayas a la escuela para no
hacer más nada que sentarte y
escuchar. ¡Participa! A la mayoría
de los profesores no les gusta si
no levantas la mano o si te crees
que otra persona responderá por
ti. ¡Sé quien levanta la mano!
Incluso si no te elige, tu profesor
sabrá que tenías algo que decir, o
sea que estabas escuchando.
Estudia para las fechas de
examen que se acercan. Para
la fecha en que el profesor te
diga que tendrás un examen,
ya estarás bien preparado y
no te sentirás estresado.
Usa las nemotécnicas (técnicas de
memorización) cuando puedas (por
ejemplo, los nombres de los
planetas de nuestro sistema solar:
Mi Viejo Tío Manolo Jamás Supo
Usar Números Primos).