La novela , Opio en las nubes, cuyo ritmo y mezcla de técnicas narrativas hacen pensar en un
James Joyce influenciado por el LSD y adicto al rock, ha sido duramente atacada por la crítica
literaria más conservadora, que la considera una obra banal. Mientras tanto, muchos jóvenes de
la cultura subterránea colombiana lo han convertido en un libro de culto. Pero es incuestionable
que su éxito entre el público -principalmente juvenil- trasciende su país de origen y es leído en
diferentes partes del mundo.
El pájaro Speed y su banda de corazones maleantes
A mediados del año 2012 la editorial española Tropos, consigue editar la novela por primera vez,
luego de dialogar con el padre del escritor quien era el único poseedor de los derechos sobre la obra.
Escrita y corregida por Chaparro Madiedo antes de morir. <<El pájaro Speed y su banda de corazones
maleantes>> es la continuación de esa persecución por un estilo que se preocupa más por las
sensaciones que por la gramática, en esta búsqueda Rafael Chaparro se desliga de la sintaxis y le da
paso a su estilo onírico, surreal. Se apropia del lenguaje y lo transforma. La obra está llena de un
lenguaje nuevo que se posa sobre símbolos, la repetición y relevancia de las palabras como imagen.
La novela es una experimentación de las formas, del lenguaje, la misma empresa que había llevado
acabo en <<Opio en las nubes>>, pero ahora de una manera más audaz, desenfrenada.
Siempre es saludable perder sangre
El libro se compone de quince cuentos, cuyos títulos son: "La Caída”, “La lluvia, ese extraño
sentimiento”, “La extraña continuidad de las astromelias”, “Bradbury a mil pies de altura”, “El polvo
de las estrellas sobre tu cuerpo”, “Zaratustra come peces de vidrio en Praga”, “La máquina de hacer
tigres”, “La orquesta roja del amanecer”, “Chocolate espeso en los vapores del nirvana”, “Dios no cree
en novelas policíacas”, “La pequeña confusión de la sangre”, “John Tigres”, “El pez gato que engullía
pianos negros”, “Las cuatrocientas espadas del brandy”, “Coñac para dos perros y un gato” y “La
sustancia absurda de Hendrix a las seis de la mañana”.