“La administración de proyectos es el proceso de combinar sistemas, técnicas y personas para
completar un proyecto dentro de las metas establecidas de tiempo, presupuesto y calidad.” (Baker,
1999) La AP consta de 5 fases, cada una con diferentes características para el desarrollo de
proyectos de diferente índole.
Inicio: es la fase donde se determina si el proyecto ideado por esa persona creativa se puede llevar a
cabo. Se determina cual es la meta que debe cumplir el proyecto, definir las expectativas de los
participantes y se selecciona los miembros iniciales del equipo. Se define el alcance del proyecto (el
tiempo y recursos que utilizará).
Planeación: es la fase donde se organiza todos los detalles del proyecto. Se perfecciona el alcance del
mismo, se hace una lista de las actividades que se deben emprender para poder llegar a la meta
global, se elabora un calendario para definir tiempo de ejecución de tareas y se consigue que el plan
sea aprobado por terceros.
Ejecución: la fase donde se lleva a cabo todo lo planeado. Se dirige el equipo en sus procesos, se
hacen reuniones con los miembros del equipo, se resuelven todos esos conflictos que surjan a lo
largo del procedimiento y se asegura todos los recursos que hagan falta.
Monitoreo y control: es la fase donde se verifica que los objetivos se cumplan. Se vigila las
desviaciones de los procesos, se emplean acciones correctivas, se evalúan los posibles cambios que
se requieren hacer al proyecto, se cambia el calendario del proyecto de ser necesario, se cambia el
alcance y, en casos extremos, se regresa a la etapa de planeación para realizar los ajustes necesarios.
Conclusión o cierre: fase de cierre, de evaluar los logros, de verificar que todo se haya resuelto y
corregido. Se aprende de la experiencia del proyecto, se hace una revisión final del proyecto y se
redacta un informe global