en un mundo cada vez más interconectado, no se entienden, y se entenderán aún menos, las
manifestaciones de ignorancia, de intolerancia o falta de respeto hacia otros. Así que la mente
respetuosa trata de observar y aceptar las diferencias entre los grupos humanos, e intenta
comprender a los otros (sin caer en estereotipos ni caricaturas) y trabajar con ellos para un fin
común.
la mente respetuosa se vincula directamente con aprender a
vivir y comprender la diferencia de las distintas personas,
valorando la riqueza del aprendizaje que se da en estas
circunstancias.
En la educación formal, el cometido de los educadores está en querer formar adultos respetuosos
desde la primera infancia. Así mismo, la tendencia es ofrecer lecciones y modelos educativos que
fomenten la actitud del respeto por medio del aprendizaje disciplinario, sintético y creador.
Durante los primeros años de formación, estas cuestiones deben abordarse por medio de la
experiencia, colaborando en la realización de proyectos comunes: se conocen mejor, abordan sus
diferencias y aprenden que una perspectiva diferente, no supone que sea deficiente.
durante la adolescencia, es necesario que los estudiantes conozcan las relaciones entre distintos
grupos en el pasado y las formas de poder mejorarlas en el futuro.
Tolerancia racial Heterogeneidad Adquisición Trabajo colaborativo, que implica no solo la
internacionalidad sino además la interdiciplinariedad.