La capacidad para atender a
determinados estímulos de
nuestro entorno es, sin duda,
de fundamental importancia
en el proceso de adaptación y
supervivencia.
La realización exitosa de
una tarea depende de la
capacidad del sujeto de
poner su atención en
dicha tarea, seleccionar
las partes importantes,
localizar los posibles
problemas, atender a los
detalles e inhibir los
elementos distractores y
que nos alejan del
objetivo o meta.
La atención se
divide en dominios
en función del
objeto de la
atención y la
respuesta
atencional o el
grado o nivel de
atención del sujeto.
Cada dominio de la atención
tiene su función e importancia a
la hora realizar una tarea, y cada
acción o tarea requiere de un
tipo de atención u otra.
Arousal o estado de alerta: Es la
capacidad de estar despierto y de
mantener la alerta. Es la activación
fisiológica del organismo. Se trata de
una respuesta de activación primaria.
Se activa ante un estímulo muy
relevante, atractivo, novedoso o ante
una situación de peligro. También
Implica la capacidad de seguir estímulos
u órdenes.
Atención focalizada: Habilidad
para enfocar la atención a un
estímulo visual, auditivo o táctil.
No se valora el tiempo de fijación
al estímulo, sino la capacidad de
redirigir el foco atencional hacia
el estímulo correcto.
Es la habilidad de
responder
específicamente a
estímulos visuales,
auditivos o táctiles.
La persona debe de
atender a una sola
fuente de
información e
ignorar todos los
demás estímulos
Atención selectiva: Es la capacidad
para seleccionar, de entre varias
posibles, la información relevante
a procesar o el esquema de acción
apropiado, inhibiendo la atención
a unos estímulos mientras se
atiende a otros
Atención alternante: Es la capacidad
que permite cambiar el foco de
atención entre tareas que implica
requerimientos cognitivos diferentes,
controlando qué información es
procesada en cada momento
Atención dividida:
Capacidad para atender a
dos cosas al mismo
tiempo. Es la capacidad de
realizar la selección de más
de una información a la
vez o de más de un
proceso o esquema de
acción simultáneamente.
La atención sostenida
se refiere a la habilidad
para mantener una
repuesta conductual
consistente durante una
actividad continua y
repetitiva.
Atención alternada Este
nivel de atención se refiere a
la capacidad de tener
flexibilidad mental que
permite a los individuos
cambiar su foco de atención
y moverse entre tareas que
tienen diferentes
para funcionar
adecuadamente,
debemos tener una
forma de filtrar o
seleccionar información.
Este proceso selectivo
que ocurre en
respuesta a la
capacidad de
procesamiento limitada
es conocido como
atención (Heilman,
2002).
APORTES DE LA FUNCION EN
LA COMPPRENSIÓN DEL
COMPORTAMIENTO
La selección de los
estímulos que van a
ser procesados es
importante debido a
las limitaciones en la
capacidad de
procesamiento. Sin
este mecanismo, no
podríamos hacer
frente a las diversas
fuentes de
estimulación
distractora del
entorno.
La precisión no solamente
afecta a la estimulación,
sino también a la
selección correcta de un
programa de acción, que
dará lugar a una respuesta
motora o una operación
mental determinada.
La vigilancia (o
atención sostenida)
permite que el
procesamiento de la
información y la
acción se
mantengan a lo
largo del tiempo
Estos a su vez,
permiten obtener
tres beneficios:
precisión, rapidez, y
continuidad en el
procesamiento de
información.
Durante la infancia, y
a lo largo del proceso
madurativo, ciertos
procesos
atencionales pasan
de ser involuntarios a
ser controlados,
mientras que con
otros sucede a la
inversa.
Durante el proceso de
envejecimiento normal se
constata un deterioro
progresivo de determinadas
funciones cognitivas,
desempeñamos algunas
tareas de forma más lenta
Debido según
algunos autores al
deterioro cognitivo
en términos de
déficit en
determinados
procesos, tales como
la memoria operativa
y los procesos
inhibitorios
A medida que el
individuo se
desarrolla en su
período vital,
adquiere una mayor
precisión y rapidez en
su ejecución, a la vez
que su procesamiento
de la información se
vuelve cada vez más
complejo. Además,
con la práctica,
algunos de los
procesos que en
principio eran
controlados, se van
automatizando poco a
poco
el desarrollo de la
capacidad
atencional
depende del
funcionamiento
tanto del lóbulo
frontal como de
los cambios que
se producen en la
coordinación de
estas estructuras
con otras más
alejadas en el
cerebro. Luria
(1969; 1975)
propuso que el
lóbulo frontal tiene
un papel
fundamental en el
control voluntario
de la atención.
El decir que un paciente
despierto está alerta, se
refiere al hecho de que sus
mecanismos de activación
más básicos le permiten
responder a los estímulos
medio ambientales.
La atención
dividida involucra
la habilidad para
responder
simultáneamente
a tareas
múltiples o a
demandas
múltiples de una
tarea.
Las funciones
ejecutivas incluyen
procesos como la
capacidad de
planear y organizar
la conducta, la
inhibición de
conductas
inapropiadas para la
realización de una
tarea y el
mantenimiento de
un pensamiento
flexible durante la
resolución de
problemas.
- Estructuras
neuroanatomícas
implicadas en cada
función.
La atención está controlada por
una red de estructuras cerebrales
cuyas funciones interactúan y se
sobrelapan.
Ganglios basales. Los ganglios basales son una
colección de núcleos subcorticales rodeando al
tálamo. El mayor de estos núcleos es el núcleo
caudado. Otros dos núcleos son el putamen y el
globo pálido, los cuales se sitúan entre el tálamo
y la ínsula. Anteriormente se consideraba que
los ganglios basales eran una parte subcortical
del sistema motor.
Sistema reticular ascendente. En el nivel más
básico, la habilidad para prestar atención
requiere que el sistema nervioso sea receptivo a
la estimulación. Los umbrales para reaccionar a la
estimulación ambiental varían de acuerdo con
nuestro estado de alerta, el cual se ha definido
como un estado generalizado de receptividad a la
estimulación y preparación para dar una
respuesta.
Colículos superiores. El prestar
atención requiere no sólo estar alerta,
también debemos tener medios para
dirigir nuestra atención y para
cambiarla de posición o de un objeto a
otro. Los colículos superiores son una
estructura del cerebro medio que ha
sido implicada en este proceso de
cambio, al menos en el caso de los
estímulos visuales. Los colículos
superiores ayudan en el cambio de
atención a nuevos lugares u objetos
controlando los movimientos oculares
responsables de llevar los estímulos
periféricos hacia el área visual de la
fóvea.
Núcleo pulvinar del
tálamo. Se ha sugerido
que esta región
cerebral ayuda a
filtrar información
específica para ser
procesada más tarde.
La información de casi
todos los receptores
sensoriales hace un
relevo en el tálamo, de
donde se transmite al
resto del cerebro.
Corteza del cíngulo. Hemos visto cómo el
sistema se mantiene alerta, cómo se
orienta hacia información que antes no
era atendida y cómo filtra las enormes
cantidades de información que
recibimos. Una vez que el cerebro ha
logrado tales procesos, otro proceso útil
de la red de atención es integrar toda
esta información con la emoción y
ayudar a seleccionar una respuesta.
Corteza cerebral. La neocorteza cerebral tiene
diversos papeles en la atención. Áreas posteriores
Áreas posteriores de la corteza.
Uno de los papeles de la corteza
consiste en analizar la información
sensorial monitoreando la
estimulación continua, aún cuando
un sujeto se haya habituado a ella
y no la esté atendiendo
conscientemente.
Sistema activador reticular descendente.
La neocorteza cerebral sirve como fuente
de entrada a la formación reticular del
tallo cerebral regulando el nivel de
activación. El papel de la corteza como
activador depende de conexiones que
forman el sistema activador reticular
descendente.
Lóbulo parietal. Esta
región se ha
considerado
importante para
aspectos espaciales
de la atención y la
asignación de los
recursos de la
atención a un estímulo
particular o tarea.
Lóbulo frontal. Las regiones frontales
son importantes para la selección de
respuestas y programas motores
particulares, para el reclutamiento de
la atención en servicio de una meta
o plan, para el control voluntario de
los movimientos oculares y para la
inhibición (a través de áreas
orbitales y mediales) de los
movimientos oculares controlados
por los colículos superiores.