El origen de las máquinas de cálculo se encuentra
en el ábaco chino.
Dividida en columnas donde la primera, contando
desde la derecha, correspondía a las unidades, la
siguiente a las decenas, y así sucesivamente.
Se podía operar manualmente,
aunque sólo se podían realizar
sumas y restas.
En el siglo XVII aconteció otro de los hitos importantes
cuando el científico francés Blas Pascal inventó una
máquina calculadora, la cual solo podía hacer sumas y
restas
Sirvió como inspiración para que el alemán Leibnitz,
(en el siglo XVIII) desarollase que también era capaz
de hacer multiplicaciones y divisiones
Siglo XIX, el matemático inglés Babbage desarrolló lo
que se llamó "Máquina Analítica", esta podía realizar
cualquier operación, Disponía de memoria para
unos 1000 dígitos y funciones auxiliares, sin
embrago presentaba diversos problemas.
siglo XX, gracias al desarrollo de la electrónica, se
reemplazan los sistemas de engranaje y varillas por
impulsos eléctricos, que dió lugar más tarde a lo que
se consideró el primer ordenador, (Mark I), cuyo
funcionamiento se basaba en interruptores
mecánicos.
En 1944 apareció el Eniac, que fué el primer ordenador
con fines prácticos que existió, y más tarde, en 1951 el
Univac I y el Univac II con fines muy similares.