Una de sus tesis más conocidas es que en el mundo posmoderno no hay realidad,
sino simulacro de la realidad, una suerte de realidad virtual creada por los medios
de comunicación. En cierto modo, Baudrillard se adelantó a los creadores de
Matrix
"La guerra del Golfo no ha existido"
Una expresión especialmente resonante de esa idea la lanzó con
ocasión de la primera Guerra del Golfo, la que promovió Bush
padre en 1991. Primero, predijo que la guerra no ocurriría y
cuando las bombas habían caído ya sobre Bagdad mantuvo la
misma idea. "La guerra del Golfo no ha existido", dijo con
contundencia. En su opinión, la guerra, para la gran mayoría del
planeta, había sido un espectáculo televisivo, no había sido real, y
EEUU, con sus seguros bombardeos aéreos, había participado en
ella como los jugadores de videojuegos.
Lo real ya no es aquello que se puede reproducir, sino lo reproducido
Otra cara de esta tesis es que la primacía de los símbolos sobre las cosas,
característica de la sociedad de masas, no ha hecho más que acentuarse y
la representación de la realidad se sobrepone a la realidad misma; lo real ya
no es aquello que se puede reproducir, sino lo reproducido. De algún modo,
seguimos en Matrix. También en cierto modo puede verse a Baudrillard
como un filósofo que ha llevado la sospecha hasta sus últimos límites: no es
que haya veladuras sobre la realidad como pensaron Marx, Nietzsche y
Freud, es que no hay propiamente realidad.
La televisión crea una densa red que envuelve al individuo
Naturalmente, fue un pensador que se ocupó de la televisión. En su opinión,
la televisión crea una densa red que envuelve al individuo, sustituyendo las
formas de interlocución y convirtiéndose en la fuente única para la
percepción y la comprensión de aquello que conviene que suceda. El silencio
está proscrito de la televisión, tesis -ésta sí- con la que es más fácil coincidir.
El terrorismo es, para él, como un exceso de realidad
En este mundo posmoderno, el terrorismo es, para él, como
un exceso de realidad, una sacudida de realidad,
artificialmente provocada para lograr la quiebra ideológica de
la estrategia virtual y que el mundo entre en crisis. Sin
embargo, la sobredosis de realidad que fue el ataque a las
Torres Gemelas le pareció en su momento insuficiente para
abrir las puertas a la realidad real
La sociedad de consumo aparece como una manifestación pletórica de signos
El análisis de Baudrillard en esta obra primeriza, según
Denis Huisman, que la incluye en su Diccionario de las mil
obras clave del pensamiento, adquiere la dimensión de
una "tecnología estructural". La sociedad de consumo
aparece como una manifestación pletórica de signos,
como un sistema cuya incoherencia nace de la frustración
que engendra el propio sistema.
Con el paso del tiempo, Baudrillard se convirtió en uno de los
pensadores más representativos de la posmodernidad, si bien da la
impresión de que no llegó a ganarse una clara respetabilidad
académica.
Baudrillard nunca le ha abandonado la sospecha de ser un provocador y,
concretamente al sur de los Pirineos, de ser uno de esos nombres inflados por
el chovinismo y la maña francesa para la autopromoción.