El terrorismo es el uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades o
gobiernos, utilizado por una amplia gama de pseudoorganizaciones políticas en la
promoción de sus objetivos, tanto por partidos políticos nacionalistas y no
nacionalistas, de derecha como de izquierda, así como también por corporaciones,
grupos religiosos, racistas,colonialistas, independentistas, revolucionarios,
conservadores y gobiernos en el poder.
Desde el punto de vista metodológico, se puede considerar terrorista al grupo que perpetre
secuestros, atentados con bombas, asesinatos, amenazas y coacciones de manera sistemática.
Técnicamente, esos actos están destinados a producir terror en la población enemiga y se definen
sin duda como terroristas.
¿De qué se distingue el
terrorismo?
El terrorismo, como táctica, es una forma de violencia que se distingue del
terrorismo de Estado por el hecho de que en este último caso sus autores
pertenecen a entidades gubernamentales. Se distingue también de los actos
de guerra y de los crímenes de guerra en que se produce en ausencia de
guerra.
¿De dónde proviene el término
terror?
La palabra «terror» proviene del idioma latín «terror» o «terroris», sinónimo
de «Deimos». En la Antigua Grecia, Ares, Dios de la Guerra, tenía dos hijos:
Phobos y Deimos (Miedo y Terror).
Terrorismo a través de la historia
Maquiavelo recomendaba en su clásico libro El Príncipe que «es más seguro ser
temido que amado». Estas recomendaciones políticas de Maquiavelo se relacionan
con el concepto moderno de «terrorismo de Estado», aplicado a las autoridades
públicas cuando buscan aterrorizar a la población. La frase «el árbol de la libertad
debe ser regado con la sangre de los patriotas y de los tiranos», atribuida a Thomas
Jefferson, se toma como una apología del tiranicidio y es uno de los tópicos de la
Independencia de Estados Unidos
La palabra «terrorismo» (así como «terrorista» y «aterrorizar») apareció por primera
vez en Francia durante la Revolución francesa, cuando el gobierno jacobino
encabezado por Robespierre ejecutaba o encarcelaba a los opositores, sin respetar las
garantías del debido proceso. El término comenzó a ser utilizado por los monárquicos,
como propaganda negativa aplicada al gobierno revolucionario. Al igual que los
consejos de Maquiavelo en El Príncipe, el Reinado del Terror, es una manifestación del
terrorismo de Estado, antes que del terrorismo de los ciudadanos.
En su sentido actual, el término fue acuñado extensivamente por la propaganda nazi
para hacer referencia a los movimientos de resistencia de los países ocupados por el
ejército alemán y consolidado por las dictaduras latinoamericanas de las décadas de
los 70 y 80 y los Estados Unidos, en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional
desarrollada desde la Escuela de las Américas. En ambos casos se hizo patente que
existen relaciones estrechas entre el terrorismo realizado por ciudadanos y el
terrorismo de Estado, siendo aquel, muchas veces, la justificación de éste.