MAPA DE IDEAS SOBRE LAS LECTURAS “Educación y ciudadanía en la era
global” de la autoría de Fernando
Savater.
“Debate en torno al multiculturalismo.
Ciudadanía y pluralidad cultural” de la
autoría de Esteban Anchustegui
Igartua.
“¿Por qué las reflexiones éticas
actuales no responden a la realidad
colombiana?” de Fidel Llinás Zurita.
el ciudadano de una democracia no es un producto natural, no nace como las orquídeas o como los
cardos de manera espontánea, sino que tiene que ser cultivado. Creo que el ciudadano, la persona
capaz de aprovechar al máximo las instituciones democráticas, es una obra de arte social o debe ser
una obra de arte social y exige una preparación especial.
Yo creo que efectivamente es así. En nuestras democracias, en las cuales todo el mundo realmente
tiene derecho a voto y puede participar e intervenir con su aportación en la gestión de los asuntos
públicos, la influencia de los ignorantes es decisiva y temible.
El Centro Cultural del BID fue creado en 1992 por Enrique V. Iglesias, Presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID). El Centro tiene dos objetivos principales: 1) contribuir al
desarrollo social por medio de donaciones que promueven y cofinancian pequeños proyectos
culturales con un impacto social positivo en la región, y 2) fomentar una mejor imagen de los países
miembros del BID, con énfasis en América Latina y el Caribe a través de programas culturales y
entendimiento mutuo entre la región y el resto del mundo, particularmente de los Estados Unidos.
Uno de los medios para intentar desterrar de nuestras sociedades la violencia consiste en crear
caracteres, por la vía educativa, que es la única que podemos manejar: que la educación genere un
tipo de carácter capaz de persuadir y de ser persuadido
La persona que por su estrato social, por haber llegado recién al país en malas condiciones, o por
cualquier otra razón, no tiene posibilidad de acceso personal a la educación, es justamente quien
más la requiere de los poderes públicos.
DEBATE EN TORNO AL MULTICULTURALISMO.
CIUDADANÍA Y PLURALIDAD CULTURAL
pienso que el multiculturalismo colisiona con el concepto de ciudadanía en las sociedades
contemporáneas, a la vez que supone un intento por redefi nirlo. En efecto, el modelo clásico del
estado liberal democrático se basa en un concepto de ciudadanía que abstrae, entre otros, las
particularidades culturales y establece la identidad política sobre la condición formal del ciudadano
el imparable proceso de globalización, lo que lleva a que el modelo capitalista se expanda y se
minimicen las fronteras. Esta transformación, siguiendo una lógica que prima el éxito personal,
produce enormes desequilibrios económicos dentro de los mismos países y de unos países respecto
a otros, ocasionando migraciones a gran escala que tienen como escenario el planeta entero
El multiculturalismo, como opción política, plantea el problema y la necesidad de redefi nición de la
ciudadanía moderna, que en las sociedades actuales está basada en el modelo político del Estado
democrático liberal clásico.
El enfoque liberal parte de la nítida distinción entre el ámbito público (jurídico y político) y el privado
(economía, cultura). En este sentido, hay un orden único y universal para las normas que rigen la
esfera pública, y cuya existencia es compatible con la pluralidad de concepciones y formas de vida
existentes en la esfera privada.
La posición teórica a favor del multiculturalismo se caracteriza, según J. Raz, por el rechazo al
enfoque individualista, incapaz de garantizar una práctica de no discriminación. Para realizar esta
crítica, la perspectiva multiculturalista realiza un análisis previo de la sociedad política, que concibe
integrada por una pluralidad de comunidades culturales estables y viables, que han de ser
consideradas de igual rango, sin que deba considerarse que alguna de estas comunidades es más
inherente a la sociedad política que las otras, con independencia de su posición.
En opinión de Taylor, el liberalismo clásico sí estuvo atento a la primera dimensión, pero permaneció, en cambio, cerrado a la
segunda. Y lo que Taylor pretende dejar sentado es que la autorrealización individual depende en buena medida de la
participación en un marco cultural de identifi cación y, por consiguiente, la afi rmación política de los derechos en una sociedad
democrática debe incluir aquellos que hacen posible la supervivencia del marco cultural necesario para el desarrollo de nuestra
identidad, en igualdad de condiciones para las diferentes culturas.
¿POR QUÉ LAS REFLEXIONES ÉTICAS ACTUALES
NO RESPONDEN A LA REALIDAD COLOMBIANA?
Este aterrizaje va cristalizando con ese conjunto de «éticas aplicadas» que constituyen su parte más
prometedora: bioética, ética de la información, ética económica y de la emprensa o ética de los
negocios, ecoética, ética de la ciencia, ética de las profesiones”
A pesar que en muchos intelectuales pertenecientes a estas refl exiones de gran consistencia
conceptual para la sociedad, aún persiste el temor que afecta a muchos fi lósofos e intelectuales,
que por no atreverse a manifestar lo asumido e interiorizado de estas éticas seculares y laicas que se
preocuparon por el bienestar personal y del otro, más bien claudicaron en sus refl exiones críticas y
fueron superados y anulados ante la realidad de la violencia imperante
En tal crisis de la moral religiosa entran en escena los “fi lósofos teóricos de la sospecha”, según la
visión religiosa, que derrumbaron el edifi cio de los eternos valores cristianos. El primero fue Freud,
quien percibió que la moral tradicional religiosa era una proyección enfermiza del hombre; el
segundo Marx, quien desmitifi có la ideología dominante religiosa dentro de la clase social burguesa,
por último tenemos a Nietzsche, quien criticó la moral religiosa occidental por ser esta una justifi
cación de la debilidad del ser humano.
Por otro lado hablamos de una ética problemática, e inclusive denigrada en nuestro medio como la
ética marxista. Esta ética nos enseñó muchí- simo sobre la defensa del otro (oprimido, explotado,
violentado) a través de la crítica dialéctica de atacar las diferentes formas de deshumanización,
porque los seres humanos se encontraban sometidos a la opresión, la explotación y no podían
reclamar sus derechos; el marxismo con presunción ética.
Finalmente la ética comunicativa igual que la anterior ha corrido con la misma suerte al resolver los
principales problemas trascendentales como la violencia por bandos antagonistas a través del
diálogo y del consenso básico de mínimos;11 a pesar que en algunas ciudades de Colombia se hayan
abierto a una ética ciudadana son los lugares más violentos tal como lo develaron las marchas de
marzo de 2008 contra los grupos sediciosos. Es decir, que en esas ciudades el disentir tiene un precio
de pagar con la vida quien denuncie algo anómalo: corrupción política, clientelismo, nepotismo,
oportunismo, que atenten contra el bien común.