La numeración romana es un sistema de numeración que se desarrolló en la Antigua Roma y se utilizó
en todo el Imperio romano, manteniéndose con posterioridad a su desaparición y todavía utilizado en
algunos ámbitos. Este sistema emplea algunas letras mayúsculas como símbolos para representar
ciertos valores. Los números se escriben como combinaciones de letras. Por ejemplo, el año 2016 se
escribe como MMXVI, donde cada M representa 1000, la X representa 10 más, V representa cinco
unidades más y I simboliza una unidad adicional.
Origenes
Los numerales romanos se escriben con letras del alfabeto romano, pero originalmente provenían de
los etruscos, los cuales usaban I, Λ, X, Ψ, 8 y ⊕ para representar I, V, X, L, C, y M. Los romanos tomaron
letras parecidas a los símbolos etruscos para representar los valores. Así para I y X cogieron las letras I
y X; para Λ lo invirtieron y cogieron la V; el símbolo Ψ no era uniforme en el etrusco y evolucionó en
diversas variantes: Ψ → ᗐ → ⊥; de la última, los romanos cogieron la mitad del símbolo que se
convirtió en L al ser la letra más parecida. Para 8 y ⊕ cogieron las iniciales de los nombres en latín
correspondientes a esos valores: C y M, al no haber letras similares a esos símbolos. El 500
inicialmente no tenía símbolo, pero el símbolo ⊕ del 1000 también se representaba a veces con Φ y de
la mitad de ese símbolo cogieron la D para representar la mitad de 1000. No obstante, parece que los
numerales etruscorromanos vienen realmente de muescas, marcas o rayas que se tallaban en
notacion moderna
Aunque en textos antiguos se usaban a veces letras
minúsculas para representar los números romanos, en la
actualidad los números romanos se escriben solo con
forma mayúscula. La única excepción son los números
romanos usados para numerar apartados o elementos
de una lista, que se escriben frecuentemente con
minúsculas y reciben el nombre de romanitos. Hay que
tener en cuenta que la numeración romana, al no ser un
sistema posicional, no requiere del cero. El valor cero
(ninguno, nada), al no ser realmente un valor, no se
representa en un sistema aditivo como el de la
numeración romana. Por este motivo, los romanos
desconocían el cero, que fue introducido en Europa
posteriormente con la numeración arábiga. Para la
notación moderna de los números romanos se utilizan
las siguientes normas:
fracciones
Aunque los romanos empleaban un sistema decimal de numeración para los números
enteros que reflejaba la forma de contar en latín, para las fracciones empleaban un
sistema duodecimal. Un sistema basado en doceavos (12 = 3 × 2 × 2) permite manejar
fracciones comunes como 1/3 y 1/4 con mayor facilidad que un sistema basado en
décimos (10 = 2 × 5). Muchas monedas romanas, cuyo valor era una fracción
duodecimal de la unidad, mostraban una notación basada en mitades y doceavos. Un
punto • indicaba una uncia "doceavo", el origen etimológico de la palabra onza; y los
puntos se concatenaban para representar fracciones de hasta cinco doceavos. Seis
doceavos (un medio) se abreviaban con la letra S por semis "mitad". Para fracciones
entre siete y once doceavos se añadían puntos uncia de la misma forma que se añaden
trazos verticales a la V para indicar números enteros entre seis y nueve.