El Sol (del latín sol, solis, a su vez de la raíz
protoindoeuropea sauel- brillar)4 es una estrella
de tipo-G de la secuencia principal y clase de
luminosidad V que se encuentra en el centro del
sistema solar y constituye la mayor fuente de
radiación electromagnética de este sistema
planetario.5 Es una bola esférica casi perfecta de
plasma, con un movimiento convectivo interno
que genera un campo magnético a través de un
proceso de dinamo. Cerca de tres cuartas partes
de la masa del Sol constan de hidrógeno; el resto
es principalmente helio, con cantidades mucho
más pequeñas de elementos, incluyendo el
oxígeno, carbón, neón y hierro.
LUNA
La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Con un diámetro ecuatorial de 3474 km1 es el quinto
satélite más grande del Sistema Solar, mientras que en cuanto al tamaño proporcional respecto de
su planeta es el satélite más grande: un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa. Después
de Ío, es además el segundo satélite más denso. Se encuentra en relación síncrona con la Tierra,
siempre mostrando la misma cara hacia el planeta. El hemisferio visible está marcado con oscuros
mares lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas y los destacados
astroblemas. A pesar de ser en apariencia el objeto más brillante en el cielo después del Sol, su
superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su prominencia en el
cielo y su ciclo regular de fases han hecho de la Luna un objeto con importante influencia cultural
desde la antigüedad tanto en el lenguaje, como en el calendario, el arte o la mitología. La influencia
gravitatoria