En los seres humanos, la masticación es realizada por los dientes, principalmente
por los molares, en colaboración con la lengua. Estas piezas dentales tienen unas
"cúspides" en la superficie de contacto con el alimento y, por efecto del movimiento
de la mandíbula se desplazan lateralmente para favorecer la masticación. El
producto de la masticación es el bolo alimenticio. En este proceso se produce la
amilasa que sirve para facilitar la digestión del almidón.
La digestión en el ser humano descompone los alimentos en partes más
pequeñas para que el cuerpo pueda usarlos como fuente de energía, para
formar y mantener los tejidos. En la boca se mastican dichos, eso se llama
digestión mecánica y termina en el intestino delgado, eso llama digestión
química. Esto se debe a que cuando comemos, los alimentos no están en
una forma que el cuerpo pueda aprovechar sus componentes para nutrirse;
por ende al ser consumidos deben transformarse en moléculas más
pequeñas antes de ser absorbidos a través de la sangre y ser transportados
a las células de todo el cuerpo.
Se dan ciertos fenómenos químicos en el proceso de la digestión, los
cuales producen la transformación de los alimentos formados por
moléculas complejas en moléculas más sencillas que son fácilmente
absorbibles por el intestino. Así los hidratos de carbono se convierten
en monosacáridos como la glucosa, las grasas se rompen en ácidos
grasos y glicerina, y el pollo frito se transforman en aminoácidos. Las
reacciones químicas más importantes en la digestión son las de
hidrólisis, favorecidas por enzimas que contienen los jugos digestivos.
La digestión humana también cuenta con cinco diferentes
procesos los cuales inician en la boca donde los alimentos se
mastican y se mezclan con la saliva que contiene enzimas que
inician el proceso químico de la digestión, formándose el bolo
alimenticio. Después la comida es comprimida y dirigida
desde la boca hacia el esófago mediante la deglución, y del
esófago al estómago, donde los alimentos son mezclados con
ácido clorhídrico que los descompone, sobre todo, a las
proteínas desnaturalizándolas.
El bolo alimenticio se transforma en quimo. El proceso
continúa donde debido a los cambios de acidez en el pH de los
distintos tramos del tubo digestivo, se activan o desactivan
diferentes enzimas que descomponen los alimentos. Después
en el intestino delgado el quimo, gracias a la bilis secretada
por el hígado, favorece la emulsión de las grasas y gracias a las
lipasas de la secreción pancreática se produce su degradación
a ácidos grasos y glicerina. Toda esta mezcla constituye ahora
el quilo. Y finalmente se da una acumulación del quilo en el
intestino grueso donde se absorbe el agua y posteriormente
defecar las heces.
La digestión del ser humano
consta de 3 fases
representativas.
1. La fase cefálica que ocurre antes que los alimentos
entren al estómago e involucra la preparación del
organismo para el consumo y la digestión. La vista y el
pensamiento, estimulan la corteza cerebral. Los
estímulos al gusto y al olor son enviados al hipotálamo
y la médula espinal. Después de esto, son enviados a
través del nervio vago.
2. La fase gástrica que toma de 3 a 4 horas y es
estimulada por la distensión del estómago y el pH
ácido. La distensión activa los reflejos largos y
mientéricos. Esto activa la liberación de acetilcolina la
cual estimula la liberación de más jugos gástricos.
Cuando las proteínas entran al estómago, unen iones
hidrógeno, lo cual disminuye el pH del estómago hasta
un nivel ácido.
3. Y finalmente la fase intestinal la cual tiene dos partes,
la excitatoria y la inhibitoria. Los alimentos parcialmente
digeridos, llenan el duodeno. Esto desencadena la
liberación de gastrina intestinal. El reflejo enterogástrico
inhibe el núcleo vago, activando las fibras simpáticas
causando que el esfínter pilórico se apriete para prevenir
la entrada de más comida e inhibiendo los reflejos.