El desarrollo tecnológico de los últimos 40 años ha motivado
proyecciones imaginarias, antes técnicamente imposibles, acerca de
un cambio en la condición ontológica de la humanidad.
La construcción de máquinas es una constante histórica y ha
formado parte esencial del progreso tecnológico de la humanidad.
Se remonta a los orígenes del hombre, con el desarrollo de las
primeras herramientas y la invención del ábaco (ca. 3000 a.C.)
Estas máquinas son los mismos que aquellos que usamos para
definir, concebir y clasificar ciertos aspectos de un ser humano
(por ejemplo, normalmente suele atribuirse una facultad de
cálculo, que es una cualidad en origen humana, a las máquinas
de calcular o a los ordenadores).
El transhumanismo defiende la idea de un ser humano posbiológico y
esto con arreglo al advenimiento, en las próximas décadas, de
posibilidades tecnológicas antes inalcanzables: el bienestar emocional a
través del control de los centros del placer, el uso de píldoras de la
personalidad
La integración hombre-máquina
los seres humanos, cruzados por
intervenciones tecnológicas de diversa
complejidad (prótesis, implantes,
extensiones biónicas, etc.)
Referencias Bibliograficas Koval, S. (2011).
Convergencias tecnológicas en la era de
la integración hombre-máquina. Razón y
palabra, (75), 42.
Se habla, así, con recurrencia
acerca de robots, androides,
ginoides, ciborgs, borgs,
humanoides, autómatas,
poshumanos, hombres-prótesis,
transhumanos, organismos
cibernéticos, ciberorganismos,
droides, replicantes y demás
fauna biológico-artificial
La máquina tiende al
hombre
Un sistema de inteligencia artificial es actualmente el mayor
exponente de la mimesis del cerebro. Se trata de una máquina
compleja compuesta, por lo general, por un código de
programación (software) combinado con un soporte o sustrato
físico (hardware)
Neumann y Vinge, aseguran
que la tendencia actual en el
desarrollo tecnológico
orientado a la integración
entre hombres y máquinas
pareciera sugerir que la
singularidad tecnológica se
expresa, en efecto, no solo en
la aparición de una inteligencia
artificial igual o superior a la
humana, sino, más
ampliamente, en el
surgimiento de seres
artificiales homogéneos
En las últimas décadas, con el advenimiento de
la biotecnología, la ingeniería genética y el
conjunto de TIC orientadas a la unión de la
materia viva con los productos de la tecnología,
los dispositivos protésicos se han hecho cada
vez más perfectos, amigables, invisibles y
funcionales