1. Direccionamiento del Tratamiento
Penitenciario en Colombia.
Población
General
diseñando programas que satisfagan las
necesidadescomunes de la totalidad de
internos(as) condenados(as) en
Establecimientos de Reclusión
Perspectiva
de Género
que posibilite y desarrolle programas y
acciones que aborden las necesidades
yrequerimientos diferentes de hombres y
mujeres para su desarrollo y realización
personal, en estado deinternamiento
tipología
delictiva
buscando intervenir de manera particular
a la población dependiendodel delito que
cometieron, entendiendo la naturaleza del
delito y la dinámica social en la que
seenmarca
tipos de
delincuentes y
criminales
buscando una intervención
diferenciada en cuanto a
característicasparticulares del
individuo en relación a dos
aspectos, la comisión del delito y
su adaptación al
contextopenitenciario
El ambiente en prisión: la
atención recibida por las
reclusas y las relaciones
intramuros.
Prisión
“instituciones totales o
cerradas”
sexo femenino
reclusas en segundo y tercer
grado de cumplimiento
relaciones
humanas
cómo incide la organización del
personal penitenciario, su relación con
las reclusas, junto a las relaciones
creadas dentro de prisión, en el
ambiente existente en los centros
penitenciarios y en el proceso
reeducador propio de instituciones
penitenciarias.
educación
social
cubre basicamente la socializacion del
individuo, y la atencion socioeducativa en
contextos extraescolares , la delincuencia y
todos los aspectos relacionados con la
desviacion social
La prisionalización, sus efectos
psicológicos y su evaluación.
personalidad
rasgos de personalidad como la madurez
personal, entendida en términos de equilibrio
individual, y la capacidad intelectual, entendida
como capacidad de adaptación general, se
constituirán en factores clave a la hora de
pronosticar el grado de prisionalización.
cárcel
es una institución total,
cerrada, que da cobertura a la
totalidad de las necesidades
de supervivencia de sus
habitantes; cualquier
insuficiencia encuentra su
satisfacción.
efectos psicológicos
La ansiedad, La despersonalización,Pérdida de intimidad,,
Autoestima,Falta de control sobre la propia vida, Ausencia de
expectativas, La sexualidad Uno de los tópicos
prisionalización y
reincidencia.
No existe una relación directa entre el nivel de
prisionalización y el riesgo de reincidencia. El sentido no
lleva a concluir que a mayor nivel de prisionalización
mayor será el riesgo de reincidencia en el delito cuando
el recluso obtenga la libertad.
Tratamiento penitenciario, salud
mental y ciudadanía.
tratamiento
penal
se basa en el denominado
paradigma etiológico de la
criminalidad, que procura las causas
del delito en el propio infractor a la
ley, basándose en explicaciones
biologicistas, psicológicas y/o
ambientales, enmarcadas en general
dentro del positivismo criminológico
(Arnoso Martínez, 2005).
Tratamiento
penitenciario
debe apuntar a la resocialización del
infractor a la ley, a través de un “conjunto
de mecanismos de construcción grupal e
individual, tendientes a influir en la
condición de las personas, mediante el
aprovechamiento del tiempo de condena
como oportunidades, para que puedan
construir y llevar a cabo su propio proyecto
de vida, de manera tal que logren
competencias para integrarse a la
comunidad como seres creativos,
productivos, autogestionarios, una vez
recuperen su libertad” (INPEC, 2005).
organización de grupos de
apoyo
Su trabajo se basa en el
afrontamiento al encarcelamiento,
acompañamiento y apoyo del
preso en los momentos solitarios
y difíciles en los que se
encuentran, atención y
seguimiento del estado
emocional, apoyo a madres y sus
hijos pequeños o en sus visitas.
programas de salud
mental
el de modificar la conducta de un sujeto
entendido como criminal, siendo esa
condición producto de una patología
individual que reúne elementos ambientales
que hacen las veces de detonantes de ese
carácter actual o potencial. Lo que se
propone como salud mental está entonces
próximo a la lógica que emparenta salud
mental con respeto a la ley, partiendo de la
base de que, como González González
destaca, este discurso “mira al delincuente
como una persona cuyo sistema psíquico
ostenta falencias inocultables” (2005: 66). De
esta forma, esta lógica se instala en el
mismo campo discursivo ya descripto como
propio de los discursos contemporáneos que
agitan la suposición de la existencia de
sujetos y grupos intrínsecamente peligrosos
y asociales, sobre los cuales hay que actuar
desde un abordaje multidisciplinario