Sobre el mecanismo psíquico de
fenómenos histéricos
En ciertas ocasiones es conveniente
hipnotizar al paciente con el fin de
despertar los recuerdos.
Los síntomas histéricos singulares desaparecían enseguida y sin
retornar cuando se conseguía despertar con plena luminosidad el
recuerdo del proceso ocasionador, convocando al mismo tiempo el
afecto acompañante luego de que el paciente describa el proceso
de la manera más detallada posible.
Ciertos fenómenos aparecen con
mayor intensidad que otros y
luego desaparecen para siempre.
La histeria corriente y la neurosis traumática
tratan de explicarnos la analogía patógena
existente.
Está determinado de manera
totalmente nítida por su
ocasionamiento.
Un recordar no acompañado de afecto es casi siempre
totalmente ineficaz lo ideal sería que el proceso
psíquico originario se repita con la mayor vividez.
Suele tratarse de vivencias y experiencias que al
paciente le resulta desagradable comentar, pero que
en realidad no las recuerda, y varias veces ni conoce
el nexo causal entre el proceso ocasionador y el
fenómeno patológico.
La desproporción entre los años que dura el
síntoma histérico y su ocasionamiento único es
la misma que estamos habituados a ver de una
manera regular en la neurosis traumática.
Si esta reacción se produce en la
escala suficiente, desaparece
buena parte del afecto
El lenguaje reconoce también esa
distinción entre las consecuencias
psíquicas y corporales,
En el caso de la histeria traumática
es evidente que fue el accidente el
que provocó el síndrome.
Las chicas necesitan a alguien que las estimule,
las comprenda, les de fuerza y apoyo.
El paciente en dichas condiciones no recuerda mayormente
varios momentos de su vida a menos de que se encuentre en
un estado de hipnosis.
Existen dos implicaciones psicológicas
que son: Establecimiento de
relaciones reales que deben ser
posibles y el establecimiento de
relaciones de causa y efecto.
El paciente se cura al momento
en el que ha experimentado un
trauma psíquico.
En la neurosis traumática, la causa
eficiente de la enfermedad no es
solamente una lesión corporal.
La tardía la necesidad de encontrar su
propia identidad y autonomía personal.
El proceso ocasionador produce efectos de manera inmediata como
causa desencadenante, al modo en que un dolor psíquico recordado
en la conciencia despierta suscita en un momento posterior la
secreción lacrimal.
Los traumas psíquicos no
tramitados por la reacción tampoco
son por procesos asociativos.
Las representaciones devenidas patógenas
se conservan siempre presentes debido a
la carga emocional que provocan.
Dentro de los estados alterados de conciencia dentro de los cuales
se desarrollan estas alteraciones que son llamadas patógenas por
la intervención del recuerdo del trauma.
Dentro de una histeria grave se crean síntomas
que afectan severamente a la persona algunos de
ellos pueden desaparecer y otros pueden ser
permanentes.
El recuerdo del gran trauma que
provoca la histeria es llamado lat
exochu o pueden ser una serie de
acontecimientos.
Existen 4 fases en los ataques histéricos:
1)Epileptoide 2) Movimientos grandes 3)
Alucinaciones 4) Delirio terminal
Las representaciones que se hacen en la
hipnosis sacan a flote varias asociaciones
sin embargo el contenido de la conciencia
está bloqueado.
Cuando persiste el recuerdo patógeno con
fenómenos somáticos como consecuencia,
es histeria de predisposición.
La provocación del ataque se produce
por la estimulación de una zona
histerógena o por una nueva
experiencia que hace alusión a la
vivencia patógena.
Dentro de la tercera fase, contiene la
constante reproducción de un recuerdo
sustantivo que provoca el estallido de la
histeria.
El ataque aparece como una expresión
externa independiente del resto de la
conciencia hipnoide cuando la persona
pierde capacidad de operación.