Actitud responsable de colaboración y
participación.
Importante para las buenas relaciones, la convivencia y las tareas productivas.
La obediencia está muy ligada al concepto que los padres tienen de la autoridad.
La autoridad de los padres se mide fundamentalmente por la firmeza de sus convicciones a la hora
de educar.
Para saber ejercer la autoridad eficazmente hay que saber mandar. Y para saber mandar hay que
saber obedecer.
Se debe lograr que el niño obedezca porque sepa que es bueno.
Tips
No permita que evite las órdenes inventándose excusas. Al final terminaría por adquirir el hábito de
esquivar con este método sus propias responsabilidades en casa
Procure no mandar al niño varias cosas a la vez. Sobre todo en esta etapa es mejor que nuestras
exigencias sean pocas y muy claras.
No permita que intente delegar en otro hermano, todo aquello que se le haya mandado. Los niños
suelen desarrollar pronto cierta picardía.
No repita muchas veces la orden, pues cada vez tardarán más en obedecer. En algunas ocasiones, la
crisis de obediencia es, en realidad, crisis de autoridad de los padres.
No pida lo que sabe que no serán capaces de llevar a cabo. Lo único que estaríamos consiguiendo es
"desgastar" inútilmente nuestra autoridad.
Cada vez que obedezca no escatime en alabanzas o halagos. Es mejor que le premiemos de este
modo (reforzando su autoestima y el deseo de adquirir la virtud) que con beneficios o pequeños
regalos.
Sea concreto en lo que pides, asegurándote de que sabe lo que tiene que hacer y por qué. Deben ser
cosas que podamos comprobar fácilmente si las ha cumplido o no.
La acción de obedecer es aquella en la que se acatan normas, órdenes, reglas y comportamientos