Contaminación atmosférica.
La contaminación atmosférica hace referencia a la alteración de la atmósfera terrestre susceptible de causar
Impacto ambiental por la adición de gases, o partículas sólidas o líquidas en suspensión en proporciones
distintas a las naturales que pueden poner en peligro la salud del hombre y la salud y bienestar de las plantas y
animales, atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables.
Contaminación de las aguas
La contaminación del agua es conocida desde la antigüedad. En Roma eran frecuentes los envenenamientos
provocados por el plomo de las tuberías que transportaban el agua. En las ciudades medievales eran,
habitualmente, sucias y pestilentes y provocaban serios y extendidos problemas de salud que se fueron
agravando cada vez más. En la actualidad, es alarmante la constante pérdida de agua potable.
La situación es muy distinta en los países en desarrollo, donde hay un déficit notable de sistemas cloacales y de
controles de aguas residuales industriales.
La contaminación atmosférica puede tener carácter local, cuando los efectos ligados al foco se sufren en las
inmediaciones del mismo, o planetario, cuando por las características del contaminante, se ve afectado el
equilibrio general del planeta y zonas alejadas a las que contienen los focos emisores.
Generación de residuos
En los hogares, oficinas, mercados, industrias, hospitales, etc. se producen residuos que es preciso recoger,
tratar y eliminar adecuadamente.
Contaminación por ruido.
Los niveles de ruido se miden en unidades llamadas desiveles y cuando un ruido alcanza los 90 desibeles se
considera que ya es dañino para el ser humano.