El grooming (en español «acicalando») es una serie de conductas y acciones deliberadamente
emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una
conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las inhibiciones del infante y poder abusar
sexualmente de él.
El daño al niño que ocurre en la pornografía infantil y en el grooming tiene una dimensión
inherentemente moral. El acto tiene que ver con la vulnerabilidad en los niños, la cuestión del daño,
la inocencia infantil y la vulnerabilidad de los derechos individuales.
El grooming es un proceso que comúnmente puede durar
semanas o incluso meses, variando el tiempo según la
víctima y que suele pasar por las siguientes fases, de manera
más o menos rápida según diversas circunstancias:
Utilizando tácticas como la seducción, la provocación, el envío de
imágenes de contenido pornográfico, consigue finalmente que el
menor se desnude o realice actos de naturaleza sexual.