Para Winnicott u n individuo (por ejemplo,
cómo lograr una buena experiencia de
lactancia entre i a madre y su bebé ) tiene
tanta importancia como destacar aquellos
factores que producen enfermedad o la
detención del desarrollo.
La principal contribución de Winnicott es ir más allá de la
mera explicación de las causas y del tratamiento de la
enfermedad mental, para explorar también las posibilidades
que cada individuo tiene -cualquiera sea el grado de salud
mental que posea- de aportar algo personal a su propio
desarrollo y de ofrecer una contribución original al medio
cultural en el que vive.
En la travesía terapéutica que propone Winnicott, los pacientes
deben abandonar sólidas defensas, construidas para evitar
diversos sobresaltos emocionales que les resultarían
insoportables, de modo que cada tratamiento supone para ellos el
desafío inevitable de asumir cierto estado de fragilidad existencial
Una experiencia inicial de Freud, el creador del psicoanálisis, se
nutre exclusivamente de pacientes adultos. Esa experiencia
conduce al descubrimiento del "niño en el adulto", es decir, la
supervivencia de la sexualidad infantil en el hombre maduro.
Cuando Winnicott desea comunicar a sus colegas el resultado de
sus exploraciones clínicas y elaboraciones teóricas, pone especial
esmero en que sus complejos desarrollos sean transmitidos de
manera clara y sencilla, ya que uno de sus anhelos es que su teoría
resulte comprensible aun para un público no especialista.
La otra pauta de salud a tomar en cuenta es
el desarrollo de cierta capacidad de jugar,
para enriquecer la experiencia infantil y la
vida adulta.
Si bien se identifica a Winnicott con la clínica de niños y sus
observaciones y desarrollos teóricos apuntan a ese campo, el
efecto de esos desarrollos impacta profundamente en la clínica con
pacientes adultos que él lleva adelante en la misma proporción
Las cualidades más definidas de Winnicott son su extraordinaria empatía con los niños, la aguda consideración del rol
que cumple el medio ambiente en el desarrollo de un niño para dar fundamento a su salud, su comprensión de las
realidades psicosomáticas basada en su práctica de la pediatría, el don de comunicar ideas complejas y originales en
límpida prosa y sus vastos y profundos intereses culturales
Para Winnicott, cada tratamiento ofrece a muchos de los
pacientes que lo consultan por una psicoterapia la inusual
oportunidad de establecer, por primera vez en sus vidas, un
contacto con otro ser humano; de atenuar algo la soledad
insoportable que los aisla y protege de todo sufrimiento;
La madurez de una persona, para Winnicott,
depende de su capacidad para lanzarse sin
temores a la conquista de territorios cada vez
más vastos de su entorno geográfico y humano
Es preciso que el primer habitad de un ser humano
posea una estabilidad suficiente como para
permitir una confianza que se hace necesaria para
lanzarse a toda exploración ulterior.
Únicamente se puede partir de zonas que se han hecho familiares
e íntimas. En esas zonas cada uno se reconoce a sí mismo con la
mayor seguridad y, por otra parte, es reconocido por otros que -a
su vez- son reconocibles y familiares
Para Winnicott, cada nueva experiencia
de búsqueda y exploración es un
desprendimiento de lo más seguro y
conocido para una persona
Para abrirse a sorpresas que enriquecen la
estructura psíquica de un ser humano, hay
que abandonar ciertos hábitos que atan a
lo indubitable y consabido.
Este enriquecimiento personal es consecuencia de la
experiencia misma de la acción de explorar y no tanto de
lo "encontrado" en dicha búsqueda.