La capacidad de carga es “la tolerancia de cada punto del territorio para acoger los usos
del suelo sin que se produzcan deterioros en el medio más allá de los límites tolerables
La capacidad de carga ecológica trata el medio ambiente natural como un recurso y
consecuentemente se preocupa por los impactos generados en el ecosistema, estableciendo hasta
qué límite se puede tolerar el desarrollo turístico o las actividades recreativas antes de que el
medio ambiente natural se degrade o se destruya.
Capacidad de carga basica se le denomina capacidad de carga de los medios (infraestructuras).
Ésta estudia el umbral que un servicio o una infraestructura puede sostener con un nivel
específico de desarrollo o de calidad.
En los espacios turísticos el deterioro puede venir por una saturación de unos medios deficientes
o escasos que influyan en aspectos fundamentales para el desarrollo, por ejemplo, la
contaminación de las playas (falta de capacidad del saneamiento), sobrexplotación de los
acuíferos subterráneos (falta de capacidad del abastecimiento del agua), impactos en el medio
ambiente por la creación de distintas vías de comunicación, etc.
La capacidad de carga física es la relación entre el espacio y el número de usuarios. Se
establece a partir del número de usuarios por unidad de superficie, por ejemplo, turistas/km2
de playa, turistas/km2 de espacios naturales, etc. A partir ellos se estima cuántos usuarios
pueden utilizar un espacio y se determina la capacidad de carga.
Capacidad de carga social se analiza las repercusiones de la
actividad turística en los turistas y residentes. Como los objetivos de análisis en estos dos grupos
sociales son distintos, se divide este tipo en dos clases: la capacidad social percibida por los
residentes y la capacidad social percibida por los turistas.
Capacidad de carga económica es el límite más allá del cual la calidad de la experiencia del
visitante disminuye dramáticamente”
El concepto de capacidad de carga, desarrollado inicialmente en el campo de
la ecología, es hoy en día una herramienta de gran utilidad para el manejo de
visitantes y la evaluación de los impactos que causa la presencia humana
sobre los sitios patrimoniales y áreas protegidas.
La evaluación de capacidad de carga (ECC) es una de las herramientas que ha sido
utilizada para evaluar y monitorear el impacto de la actividad turística en muchas
áreas protegidas, zonas costeras y sitios de interés cultural1 .
Huella ecológica
Una forma de estimar la demanda humana en comparación con la capacidad de carga
del ecosistema es la huella ecológica. En lugar de especular sobre las posibilidades
futuras y las limitaciones impuestas por las restricciones de la capacidad de carga, la
huella ecológica proporciona evaluaciones empíricas y no especulativas sobre el
pasado. Compara históricamente las tasas de regeneración (biocapacidad) en relación
a la demanda histórica humana (huella ecológica) en el mismo año.
La revolución neolítica aumentó la capacidad de carga del mundo en relación con los
seres humanos a través de la invención de la agricultura. En la actualidad, el uso de
combustibles fósiles ha incrementado artificialmente la capacidad de carga del
mundo mediante el uso de la luz del sol almacenada, aunque esto ha producido la
contaminación de los océanos, la depredación excesiva de zonas de bosque, como la
tala indiscriminada y la quema, así como el mal uso de los recursos.
La aplicación de la capacidad de carga para la población humana ha sido criticada por
no tener en cuenta correctamente los procesos a múltiples niveles entre los seres
humanos y el medio ambiente, que tienen una naturaleza fluida y de no-equilibrio, y
que a menudo se usan en el contexto de culpabilización de la víctima