Suelen durar pocas semanas y la mayoría de los
casos se recuperan sin complicaciones
neurológicas graves a largo plazo.
Los primeros síntomas: Debilidad u
hormigueo, suelen empezar en las
piernas y pueden extenderse a los
brazos y la cara.
En algunos casos puede producir parálisis de las
piernas, los brazos o los músculos faciales. En el
20% a 30% de los casos se ven afectados los
músculos torácicos, con lo que se dificulta la
respiración.
En los casos graves pueden verse afectadas el habla y la
deglución. Estos casos se consideran potencialmente
mortales. La mayoría de los casos, incluso los más graves, se
recuperan totalmente, aunque algunos siguen presentando
debilidad. Incluso en los entornos más favorables, del 3% a
5% de los pacientes con el síndrome mueren por
complicaciones como la parálisis de los músculos
respiratorios, septicemia, trombosis pulmonar o paro
cardiaco
CAUSAS
La aparición del síndrome es precedida a menudo por infecciones
bacterianas o víricas. Asimismo, puede ser desencadenado por
vacunaciones o intervenciones quirúrgicas. En los países afectados por
casos de infección por el virus de Zika se ha descrito un aumento
imprevisto de los casos de síndrome de Guillain-Barré.
DIAGNOSTICO
Se basa en los síntomas y los resultados del
examen neurológico, en particular una
atenuación o pérdida de los reflejos tendinosos
profundos. Como examen complementario se
puede hacer una punción lumbar, aunque su
realización no debe retrasar el tratamiento.
TRATAMIENTO
No hay cura para el síndrome de Guillain-Barré, pero
el tratamiento puede mejorar los síntomas y acortar
su duración.
Los pacientes con el síndrome deben ser
hospitalizados para que estén vigilados.
Las medidas de apoyo incluyen el monitoreo de la
respiración, la actividad cardiaca y la tensión
arterial
En caso de persistencia de la debilidad muscular
tras la fase aguda de la enfermedad, los
pacientes pueden necesitar rehabilitación para
fortalecer la musculatura y restaurar el
movimiento