En general, los docentes no han reflexionado con suficiente seriedad y profundidad sobre la relación entre
educación y tecnología. En todos los niveles y áreas del sistema educativo es común que muchos docentes
subvaloren, desprecien, y critiquen la tecnología, aunque desconocen sus fundamentos científicos y su
funcionamiento.
De esta manera, asumimos que hoy en día la técnica es una de las dimensiones en las que se juega la auto
transformación del mundo humano. Cambio, mutación, alteración, mezcla en donde los esencialismos no
caben y donde emergen nuevas categorías para comprender nuestra cultura, en tanto tecnocultura. Por lo
tanto, el vacío entre la naturaleza de los problemas planteados a la colectividad humana por el curso de la
evolución técnica, y el momento en el que se encuentra el debate «colectivo» sobre este tema, requiere ser
objeto de reflexión académica y de deliberación pública.
La única asociación en la que quizás se hace explícita su intencionalidad de uso en procesos de aprendizaje,
es en lo referido a la búsqueda de información en Internet. En este caso, sin embargo, las nuevas
tecnologías se ven principalmente como un nuevo espacio de información más que de formación y
construcción de conocimiento..
Quienes logran mantenerse frente a la pantalla mantienen su atención en las tareas que se proponen. El
resto de compañeros/as está de pie, recorren el salón, a veces se salen del aula, conversan y pronto se les ve
haciendo otras cosas. La ausencia de propuestas innovadoras y la repetición de temas y metodologías año
tras año, sumado a la obsolescencia y mal estado de los equipos, llevan a que el entusiasmo inicial se
transforme en aburrimiento e incluso apatía hacia los computadores.