La batalla de Boyacá fue la confrontación bélica de la guerra de independencia de colombia que garantizó el
éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada. Tuvo lugar el día 7 de agosto de 1819 en el cruce del río
Teatinos, en inmediaciones de Tunja. La batalla se salda con la rendición en masa de la división realista, y fue
la culminación de 77 días de campaña iniciada desde Venezuela por el Libertador Simón Bolívar para
independizar el Virreinato de Nueva Granada.
Las dos fuerzas se encontraron en el campo de Boyacá. El ejército libertador estaba conformado por 2.850
combatientes al mando del general Simón Bolívar. La vanguardia rebelde estaba comandada por el general Francisco
de Paula Santander y la retaguardia, por el general José Antonio Anzoátegui. El general Carlos Soublette era el jefe
del estado mayor. Las tropas rebeldes estaban compuestas por granadinos y venezolanos. Sus integrantes eran
criollos, mestizos, mulatos, zambos, negros e indígenas, generalmente gentes pobres, escasas de alimentos y mal
vestidos, considerados por las autoridades realista como insurgentes. El ejército tuvo mucho apoyo popular de los
granadinos, y en especial de los campesinos de Tunja.
La batalla terminó a las 4 de la tarde del 7 de agosto de 1819. Apenas murieron más de 100 realistas, entre ellos el
coronel Juan Tolrá y el comandante Salazar, y 150 quedaron heridos. De los patriotas murieron 13 soldados, entre
ellos el capellán de la vanguardia, fray Ignacio Díaz, y 53 quedaron heridos. Con este enfrentamiento culminó la
Campaña Libertadora de 1819, realizada en su corto período de 77 días, desde el 23 de mayo, cuando Simón Bolívar
expuso el plan en la aldea de los Setenta ante los jefes del ejército patriota, siguiendo un itinerario militar desde los
llanos de Casanare, la cordillera de los Andes y las tierras de la antigua providencia de Tunja, el cual culminó en el
puente de Boyacá.
Empezó por una lucha territorial entre el ejército realista y el ejército libertador, el realista tratando de
conquistar territorios y el libertador tratando de impedirlo.
El sábado 7 de agosto en la mañana, el ejército realista desde Motavita inició su desplazamiento hacia Santafé de
Bogotá. Su objetivo era llegar a la capital para unir sus fuerzas con las del virrey Sámano y organizar un frente
militar contra Bolívar y el ejército libertador. Escogieron la vía por el puente de Boyacá en el Camino Real, con
dirección a la capital del virreinato. Advertido de este movimiento, Bolívar ordenó la marcha de su ejército,
también hacia el puente de Boyacá, dispuesto a tomarlo para impedir a Barreiro su desplazamiento hacia la
capital neogranadina.
Por su parte, el ejército realista estaba conformado íntegramente por tropas nativas americanas, unos 2.670
soldados, de los cuales 2.300 eran de infantería, 350 de caballería y 20 de artillería. este pertenecía a la tercera
división del Ejército Expedicionario creado en Nueva Granada. Su comandante era el brigadier José María Barreiro; el
jefe del estado mayor, el coronel Sebastián Díaz, y la vanguardia estaba al mando del coronel Francisco Jiménez.
Desde el alto de San Lázaro en Tunja, Bolívar y el estado mayor observaron los movimientos del ejército realista. A las
10 de la mañana ordenaron impedir el paso por el puente de Boyacá, en el cual confluyen los dos caminos: el de
Samacá, utilizado por los realistas desde Motavita y el Camino Real, utilizado por los independentistas. A las 2 de la
tarde la descubierta del ejército patriota, encomendada al capitán Andrés Ibarra con sus jinetes, descendió del
boquerón de El Tobal y llegó hasta la Casa de Teja y sus alrededores, donde se en
En ese momento llegó al campo de Boyacá el grueso de la división de Barreiro por el camino de Samacá y se
enfrentó a la retaguardia de Bolívar comandada por el general José Antonio Anzoátegui. En esos momentos llegó a la
Casa de Teja Bolívar, quien se ubicó en una colina equidistante entre el puente y la casa. Así dice el coronel Antonio
Obando en sus Apuntamientos para la historia: "El general Bolívar con nuestra retaguardia siguió el movimiento de
Barreiro y se formó un frente al lado opuesto del río". A las 3 de la tarde la acción militar era intensa en dos
combates simultáneos: las dos vanguardias en los alrededores del puente y el grueso de los ejércitos en la planicie
hacia el camino de Samacá. Las fuerzas patriotas tenían unidad y facilidad en las comunicaciones; en cambio, las
realistas estaban incomunicadas y separadas por el Teatinos y la vanguardia rebelde.
Simultáneamente, Santander ordenó a los guías de Casanare, guiados por José María Ruiz, pasar al riachuelo
Teatinos para volver por la espalda a la vanguardia realista. Los patriotas treparon por los escarpados lugares llenos
de matorrales y se presentaron de improviso para envolver por la espalda a la vanguardia realista comandada por el
coronel Francisco Jiménez. Dos escuadrones de realistas se enfrentaron a los llaneros, pero fueron derrotados. El
general Santander aprovechó el desconcierto del enemigo para lanzar sobre el puente de Boyacá a los batallones
Cazadores y Primero de Línea, comandados por los tenientes coroneles Joaquín París Ricaurte y Antonio Obando. La
vanguardia patriota pasó a la orilla derecha del río Teatinos o Boyacá y se tomó el puente, el objetivo del combate.