Tras la destrucción del Imperio
Azteca y el sometimiento de los
nativos
los conquistadores españoles se
dispusieron a derribar la antigua
capital azteca, Tenochtitlán, y fundar
una nueva ciudad de aspecto
europeo, Ciudad de México
que se convertiría en la capital del Virreinato de
Nueva España
El Virreinato de Nueva España ocupó, en su máxima
extensión
América Central, las Antillas, el centro y sur de los
actuales Estados Unidos y Filipinas.
El impacto demográfico producido tras la
conquista, fue enorme.
Un alto porcentaje de la población nativa
había muerto a causa de las enfermedades
traídas desde Europa
tales como la viruela o la tuberculosis, y los sistemas de trabajo
forzado a los que habían sido sometidos los indígenas aceleraron el
retroceso demográfico iniciado durante los primeros años de la
conquista
En el plano económico, en el Virreinato de
Nueva España
obtuvo especial relevancia la
minería y el comercio.
La minería poseía privilegios frente a
otros sectores productivos
Las principales minas de Nueva España fueron
Zacatecas, Pachuca, Fresnillo y Guanajuato.
La regulación comercial estaba en manos
de la Casa de Contratación con sede en
Sevilla.
El monopolio y las políticas proteccionistas
impuestas por la metrópoli, impidieron un desarrollo
óptimo en materia económica del virreinato.
Todas estas medidas proteccionistas
condujeron al apogeo de actividades ilícitas
tales como la piratería o el contrabando, impulsadas tanto por
comerciantes locales que buscaban saltarse las medidas
arancelarias y restrictivas impuestas por la Corona, como por
potencias extranjeras que buscaban nuevos mercados.
Respecto a la minería, espina dorsal
de la economía de Nueva España
se crearon nuevas escuelas, se
implementaron modernas técnicas de
trabajo, se aumentó el financiamiento y se
redujeron las cargas fiscales mediante una
notable liberalización del sector.
Tras la destrucción del Imperio
Azteca y el sometimiento de los
nativos
los conquistadores españoles se dispusieron a
derribar la antigua capital azteca, Tenochtitlán, y
fundar una nueva ciudad de aspecto europeo,
Ciudad de México
El Virreinato de Nueva España
ocupó, en su máxima extensión
América Central, las Antillas, el centro y
sur de los actuales Estados Unidos y
Filipinas.