EL PAPEL DEL PROFESORADO EN LA ACTUALIDAD. SU
FUNCIÓN DOCENTE Y SOCIAL
La escuela y la familia son las dos instituciones que a lo largo de los
siglos se han encargado de criar, socializar y preparar a las nuevas
generaciones para insertarse positivamente en el mundo social y
cultural de los adultos.
El docente no es un mero transmisor de conocimientos, sino
que además es un fuerte agente socializador y que, con su
docencia transmite una serie de valores que van a calar, directa
o indirectamente, en la formación de menores y jóvenes.
Algunas funciones del profesorado
a) La programación y la enseñanza de las áreas, materias y módulos que tengan
encomendados.
b) La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, así como la evaluación de los
procesos de enseñanza
c) La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en
su proceso educativo, en colaboración con las familias.
d) La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en colaboración, en
su caso, con los servicios o departamentos especializados.
e) La atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del
alumnado.
Funciones EXTRAS que se atribuyen al PROFESORADO.
I. Instructor y especialista de una materia, que tiene que darla a conocer e
impartirla sobre unos menores determinados.
II. Educador: entendiendo por esta función a aquella persona que es capaz de
instruir y formar al alumno desde una perspectiva global, atendiendo a todas
sus vertientes, así como a su propio desarrollo personal.
III. Solucionar problemas: el profesor es aquella persona que debe de estar cualificada, para
dar respuesta a todos los conflictos que le pueda presentar el alumno, sean éstos de
carácter cognoscitivo o psicológico, sin tener en cuenta que, el docente, no tiene el deber de
poseer conocimientos específicos de psicología.
IV. Anexo familiar: son muchas las ocasiones en las que, el profesor o tutor debe «suplir» el
afecto que el menor no posee en su familia.
V. Mediador ante situaciones conflictivas: el tutor debe ser consciente de la realidad familiar que
rodea al menor y, en determinados momentos en los que estas complicaciones puedan llegar a
interferir de una manera negativa en el desarrollo propio del alumno, debe ejercer de agente
intermediario llegando a aconsejar a la propia familia sobre los pasos a dar, para zanjar este conflicto
negativo para el niño