Las terminaciones nerviosas simpáticas y parasimpáticas
segregan una de las dos sustancias transmisoras
sinápticas: acetilcolina y norepinefrina. La estimulación
simpática provoca efectos excitatorios en algunos órganos,
pero efectos inhibitorios en otros. En forma similar, la
estimulación parasimpática causa excitación en ciertos
órganos, pero inhibición en otros.
También son importantes los reflejos sexuales,
que son iniciados tanto por estímulos psíquicos
provenientes del cerebro como por estímulos
que proceden de los órganos sexuales. Los
estímulos que llegan desde estas fuentes
convergen en la médula sacra y, en el hombre,
dan como resultado, primero, la erección
principalmente una función parasimpática, y
luego la eyaculación, una función simpática.
Cuando la estimulación sexual llega a su
máxima intensidad, se inician reflejos que
producen el orgasmo; durante éste, los
músculos perineales se contraen rítmicamente
como resultado de reflejos de la médula
espinal; posiblemente estos mismos reflejos
aumenten la motilidad del útero y de las
trompas uterinas durante el orgasmo, lo que
podría ayudar, en una relación heterosexual
donde hubo penetración del pene, al transporte
de los espermatozoides del útero hacia el
ovario; al parecer, también puede haber una
dilatación del conducto cervical hasta por 30
minutos, lo que podría permitir con mayor
facilidad el paso de los espermatozoides.
El sistema límbico comprende las
estructuras del límite del cerebro
y el diencéfalo que rodean
principalmente al hipotálamo. El
sistema límbico funciona
especialmente para controlar las
actividades emocionales y el
comportamiento. Algunas de las
estructuras importantes del
sistema límbico son las
siguientes
Sistema nervioso central (SNC). Se ubica en la cabeza.
Está compuesto por la médula espinal, el encéfalo y las
neuronas. Estos 3 forman una compleja red por donde
circulan los impulsos eléctricos de todo el cuerpo.
El sistema nervioso periférico es una cadena
de nervios que se ramifican en forma tan
extensa, que difícilmente existe un solo
milímetro cúbico de tejido en cualquier
parte del cuerpo carente de fibras nerviosas.
Hay reflejos que, gracias al
dominio de la corteza
cerebral, pueden ser
sometidos a control
voluntario.
La micción, la defecación, la
eyaculación y el orgasmo se
hallan sometidos a un cierto nivel
de inhibición y de facilitación
voluntarios. En cambio, hay otras
funciones que suelen
permanecer involuntarias, como
por ejemplo la erección, la
lubricación vaginal
Las sensaciones sexuales,
por su parte, pasan por el
nervio pudendo, desde allí,
a través del plexo sacro,
hacia la porción sacra de la
médula espinal y finalmente
hacia arriba por la médula
hasta áreas del cerebro no
definidas. Los impulsos
pueden también penetrar
en la médula espinal a
partir de áreas adyacentes
al pene para colaborar en la
estimulación del acto
sexual.
La fuente física
más importante de
impulsos
sensitivos para la
respuesta sexual
humana (RSH), es
el glande peneano,
ya que contiene un
sistema de
órganos
terminales
altamente
organizado, que
transmite hacia el
sistema nervioso
central una
modalidad de
sensaciones
especiales,
denominadas
sensaciones
sexuales.
El sistema nervioso está al servicio de tres
funciones principales: Función sensitiva.
Función integradora, que incluye la memoria
y procesos del pensamiento. Función
motora.