A) Reconocimiento y compromisos con el derecho a la educación
La educación es un derecho ineludible sin importar la clase social, el género, la cultura o etnia, todo esto
sustentado bajo criterios éticos de justicia, equidad y democracia; lo cual requiere pensar y asumir que lo
que está en juego la educación.
La educación es un derecho inherente de la persona para que esta tenga el acceso al conocimiento, al
trabajo y para asegurar su estabilidad integral, económica y social. De modo que esta cumple un papel
fundamental para el desarrollo de la persona en todas sus dimensiones.
Depende del profesorado que esta sea realmente significativa y efectiva, entonces el esfuerzo y trabajo
duro permitirá una educación de calidad y pertinente que posibilite el potenciar las capacidades
cognitivas, físicas, éticas y sociales de los estudiantes para que estos hagan parte de una sociedad y la
transformen.
B) Conciencia social y educativa crítica
La ética docente parte de la interiorización de un actuar correspondiente al perfil docente justo y
democrático para la acción, pero, sin descuidar la conciencia social crítica para la construcción de una
mejor educación.
Lo cual requiere conocimientos y herramientas intelectuales que permitan apreciar el valor social y
personal de las experiencias, oportunidades y logros escolares de los estudiantes, así como los vínculos,
dependencias y posibilidades de la formación de la niñez y juventud dentro del mundo en que vivimos.
Lo cual significa crear espacios donde se vele por el bienestar de todos lo estudiantes implementando
acciones que favorezcan a todos y no a uno cuantos, pues, cada estudiante es un mundo diferente.
C) Cuidado, apoyo, responsabilidad y personalización educativa
El buen clima de relación y de trabajo en las clases, tan necesario para la “calidad de vida” escolar de los estudiantes
como la de los docentes, es mejor y más posible cuando la persona adulta es sensible a otros y muestra empatía y
generosidad.
Lo cual es importante valorar el establecimiento de relaciones positivas y ayudas atentas a las diferencias y
las necesidades de cada estudiante, pues, cada estudiante es único e irrepetible, estos poseen también
diferentes ritmos y estilos de aprendizaje.
Desde esta perspectiva es necesario que cada docente impulse de forma creativa y novedosa los
mecanismos necesarios y estrategias que aporten al logro de los objetivos propuestos en la educación.
D) Formación y desarrollo profesional
La formación y desarrollo profesional requiere del desarrollo de conocimientos intelectuales sólidos y
propósitos morales de esta profesión. Lo cual permita activar la reflexión moral y el cultivo de las
virtudes profesionales correspondientes a esta labor.
Es necesario que como docentes estemos en continua formación y actualización de conocimientos pues
día a día en el mundo van surgiendo nuevas necesidades, cambios y retos lo cual demanda estar atentos
y preparados para afrontar estas nuevas situaciones, pues solo así los docentes podremos estar a la
vanguardia para asumir estas situaciones.
E) Implicación y compromiso con la comunidad educativa
Esta parte de la introducción de otros agentes en el proceso educativo y el trabajo que como docente se
desarrolla pues la participación auténtica, el diálogo institucional abierto a las familias y la comunidad son
fundamentales para la práctica consecuente de la democracia.
El trabajo docente implica una vida activa dentro y fuera del aula, pues es el gestor de las decisiones y el
proyecto pedagógico del centro donde trabaja. Este actuar es la manera decisiva para concertar y asumir
ideas y proyectos conjuntos.
Necesidad de crear espacios sociales e intelectuales que faciliten el desarrollo profesional para la valoración
y elaboración de iniciativas que garanticen el derecho a la educación en donde se incluya la participación y
compromiso del alumnado, familias y otros agentes comunitarios.