PROCESO EDUCATIVO: Sistematización de la educación
que contempla una finalidad (meta de formación), el
contenido que se debe aprender (conceptos, actitudes,
destrezas, habilidades, actitudes, etc.), una intervención
educativa para estimular el aprendizaje (iniciada
principalmente por el educador), y un aprendizaje
(desarrollado por el educando).
AGENTES Y ACTORES DE LA
EDUCACIÓN
Educandos: Toda persona es objeto y sujeto de educación; es
decir, es actor de su propio proceso formativo ayudado con la
influencia de otros. Esto lo logra a través de su singularidad,
su autonomía, su apertura al mundo y a sus iguales, y su
unidad (su realidad compleja y multidimensional).
Educadores clásicos: Sujeto, grupo, entorno o recursos que
influya en la formación de una persona (por ejemplo: familia,
escuela, institución, obra literaria, película, grupo religioso,
político, deportivo, etc.).
Nuevos educadores: Los cuales se han reconocido por la creciente
influencia que desempeñan actualmente en el desarrollo de las
personas; por ejemplo, medios de comunicación; redes sociales;
influencers; ídolos deportivos, musicales; modas, etc.)
ESCENARIOS DE LA EDUCACIÓN: Debe existir
una complementariedad entre ellos, donde
ninguno debe ser más valioso o importante que
otro; ya que ninguno es capaz de satisfacer
por sí solo las necesidades de aprendizaje del
invidividuo en la sociedad actual.
FORMAL
Proceso de enseñanza-aprendizaje planificado, sistematizado y jerarquizado,
dirigido a la consolidación de conocimientos, destrezas y competencias básicas,
que se desarrolla en centros organizados específicamente para ello y que
suele acometerse en las primeras etapas vitales.
Ejemplo: Escuela primaria
NO FORMAL
Conjunto de procesos, medios e instituciones diseñados en función de objetivos
explícitos de formación y no de instrucción, que no están directamente dirigidos
a la provisión de los grados propios del sistema educativo regulado.
Ejemplo: Club infantil para
curso de natación
INFORMAL
Aprendizaje que se genera gracias a la interacción con el propio entorno, a la
comunicación que establecemos con todos los que nos rodean, por las
experiencias que adquirimos día a día.