Contexto
Parábola:
En las parábolas de la Biblia la atención del que oye u observa es llevada
hacia algún suceso en la esfera de la vida familiar en este mundo, de modo que
al poner atención y al hacer comparaciones y juicio, el que oye se va
enfrentando con la realidad y desafío de su propia situación delante de la
presencia de Dios y de su reino.
Los
dichos e historias que Jesús describe como sus
“parábolas” en el Nuevo Testamento, de la misma manera, varían desde la
breve declaración paradójica (Mr. 7:17), al proverbio (Lc. 4:23), la alegoría
con un significado escondido (Mt. 13:3-9), la similitud elaborada (Mr.
4:30-32), la historia corta (Mt.13:33) o larga (Mt.2:33-41), la historia con la
“moral” obvia (Lc.12:6-21).
El
contenido de las parábolas proviene de la naturaleza, de la vida familiar,
política y social, posiblemente de historias comunes o eventos contemporáneos.
A menudo, las parábolas son verdades de la vida. En algunas ocasiones hay
elementos de improbabilidad práctica en la historia.
El
tema principal en las parábolas de Jesús es el significado de su propio
ministerio y obra entre los hombres. En las parábolas Jesús proclama a sus
oyentes que el reino de Dios está en su medio en la propia persona del Maestro, y que está plantado en medio de esta
vida a través de su palabra; por lo que los hombres pueden entrar en ella
recibiendo su palabra.
La
enseñanza de Jesús en las parábolas es un aspecto de la revelación del
“ministerio del reino de Dios”. Al igual
que los sacramentos, y, de hecho, a través de toda la revelación de Dios en Cristo, el velo de las
parábolas esconde cosas cuyo significado puede ser revelado a aquellos que
deseen penetrar por medio de la fe tras la forma externa de la revelación para
captar la escondida y todavía presente realidad divina.
De
ahí que Jesús hable en parábolas de modo que aquellos del “grupo íntimo” puedan
conocer este ministerio. El propósito de Jesús en las parábolas es revelar y no
esconder el ministerio.
Los
exegetas no clasifican las parábolas de igual manera. No obstante están de
acuerdo al clasificar la parábola del
sembrador dentro de la categoría del
reino de Dios. Podemos decir que existen, al menos, tres clasificaciones: a)
Parábolas del reino, b) Parábolas de crisis y c) Parábolas de realización
personal.