El proyecto de inversión, en definitiva, es un plan al que se le asigna capital e insumos materiales, humanos y técnicos. Su objetivo es generar un rendimiento económico a un determinado plazo. Para esto, será necesario inmovilizar recursos a largo plazo.
Las etapas del proyecto de inversión implican la identificación de una idea, un estudio de mercado, la decisión de invertir, la administración de la inversión y la evaluación de los resultados. El proyecto en sí suele ser evaluado por distintos especialistas.
Desde otra perspectiva, los cuatro tipos de estudio que conforman un proyecto de interés son:
Un estudio de mercado: está formado, a su vez, por varias etapas, teniendo en primer lugar la definición detallada del producto o del servicio que se pretenda desarrollar y ofrecer. Luego de haber encontrado la identidad del proyecto, es necesario preguntarse si existe un nivel de demanda que justifique su realización; por otro lado, si se trata de una revolución, entonces el interrogante será si podría impactar de forma positiva en la porción de la sociedad a la cual se dirigiese. Superada esta parte, llega la investigación de los potenciales competidores y las características de sus ofertas, tales como su éxito, los precios y su historial de ventas y presencia en la industria;
Un estudio técnico: se dedica a determinar el modo y los recursos con los que se llevará a cabo la producción, pasando por el espacio físico que se destinará a dicho fin, las mejores opciones para conseguir la materia prima, las maquinarias los métodos de trabajo y el perfil ideal de los empleados a quienes se asignará esta etapa;
Un estudio financiero: no hay que olvidar el presupuesto, dado que para llegar a una decisión con respecto a cada uno de los puntos recién expuestos es necesario evaluar el inevitable impacto económico. Y es éste el estudio que se encarga de analizar detenidamente la viabilidad del proyecto y decide si se puede continuar o si conviene rediseñar la estrategia para evitar pérdidas considerables;
Un estudio de organización: como su nombre lo indica, se trata de buscar la mejor manera de dar comienzo a la empresa, de encontrar los medios adecuados para llevar a la realidad todas las ideas que se han evaluado y aceptado hasta el momento.
Cabe señalar que en un equipo de trabajo se pude distinguir claramente entre el departamento creativo y el administrativo, y que su comunicación debe ser clara y constructiva para alcanzar objetivos que satisfagan a todos; lo más común es que el producto final difiera considerablemente de su concepción inicial, dados los resultados de los cuatro estudios recién detallados, por lo cual es necesario mantener vivo el espíritu de los creativos, a la vez que se les solicitan modificaciones que hagan de sus proyectos ideas rentables y seguras.