Las que sufren los pacientes ancianos por traumatismos de baja energía.
En general son caídas desde su propia altura, estables mecánica y termodinámicamente, solo requieren de 4 a 6 semanas de reposo, analgesia y fisiokinesioterapia.
Constituyen aproximadamente el 90% de las fracturas pélvicas.
Las que sufren pacientes de cualquier edad, por lo general adultos jóvenes, en el contexto de un traumatismo de alta energía.
Lesiones potencialmente inestables mecánica y hemodinámicamente.
Fisiopatología
Existen tres patrones traumáticos constantes en la producción de las lesiones del anillo pélvico:
Fracturas por compresión anteroposterior
Fracturas por compresión lateral
Fracturas por cizallamiento
La pelvis sufre una rotación externa o apertura conocida como "lesión en libro abierto".
Se produce una apertura de la sínfisis púbica, y si esta supera los 2.5 cm, se lesionan los ligamentos del piso de la pelvis y el ligamento sacroilíaco anterior.
Desde el punto de vista hemodinámico es una lesión de mucho riesgo ya que el diámetro pélvico se encontrará aumentado.
La hemipelvis lesionada sufre una rotación interna, cerrando el diámetro pélvico y por lo tanto, no hay lesión de los vasos ni de los ligamentos estabilizadores de la pelvis.
Son las más frecuentes de las lesiones pélvicas. Se producen fracturas de las ramas a nivel de la pelvis anterior o, menos frecuente, un bloqueo púbico y una fractura por impactación a nivel sacro, sacroilíaco o a nivel de la pelvis posterior.
La rotación interna dirige el pubis o sus ramas hacia el aparato genitourinario inferior, presentando riesgo de lesión de vejiga o uretra o de ambas,
La lesión en la pelvis anterior podrá ubicarse en la sínfisis púbica o en las ramas.
la lesión en la pelvis posterior es la grosera afectación del complejo sacroilíaco que compromete los ligamentos anteriores y posteriores.
Existe una completa disrupción de los ligamentos que estabilizan la pelvis y suelen asociarse a las lesiones de mayor energía.
Desde el punto de vista hemodinámico constituyen lesiones de alto riesgo, ya que el diámetro pélvico aumenta en el plano transversal y además en el plano vertical,.
Clasificación
A partir de la clasificación de Tile, se distinguen 3 tipos de lesiones:
Antecedentes de evento traumático o lesiones de alta energía, como choques automovilísticos o caídas de altura, más propensos a tener una lesión pélvica inestable.
Una herida en esta región, las ingles, la zona glútea o en el perineo, es fx expuesta hasta no demostrar lo contrario.
Existencia de discrepancia de longitud de los miembros o deformidad rotacional, en general hacia la rotación externa, es un signo indicativo de lesión del anillo pélvico.
Maniobras de evaluación
Debe aplicarse en forma bilateral presión hacia adentro y hacia afuera sobre las espinas ilíacas anterosuperiores o sobre las crestas ilíacas, tratando de observar y centir la apertura y cierre de la pelvis.
Para evaluar la estabilidad pélvica en el plano transversal:
Para evaluar la estabilidad pélvica en el plano vertical:
Se realizarán cuidadosos movimientos de tracción de los miembros inferiores.
Una radiografía AP de pelvis confirmará el diagnóstico.
Una vez que el paciente este compensado, para evaluar en forma exacta el desplazamiento del anillo pélvico, deben tomarse radiografías de entrada y de salida de la pelvis.
Proyección de entrada: Rayos a 60° desde la cabeza hacia la mediapelvis, es la mejor para demostrar desplazamiento posterior.
Proyección de salida: tomada con incidencia de los rayos en un ángulo de 45° desde los pies del enfermo hacia la sínfisis púbica, muestra la migración superior o inferior de la hemipelvis.
Tratamiento
Tratamiento inicial:
Maniobras de reanimación de acuerdo al ATLS.
Los recursos descritos para controlar el sangrado pélvico son: el pantalón neumático antishock, las férulas pélvicas, la fijación externa, el clamp pélvico, la fijación interna, el packing o "empaquetamiento" pélvico y la angiografía y embolización.