El espacio y tiempo dedicado para descansar, recursos físicos que ayuden al descanso, exigencias laborales, problemas de salud física y psicológica, tratamientos farmacológicos, consumo de sustancias estimulantes y presencia de ronquidos o apneas.
Si en el patrón correspondiente se encuentra con fallas, en la persona se presentan las siguientes alteraciones:
Requiere ayuda para descansar; Posee dificultad para conciliar el sueño; Padece somnolencia diurna e insomnio; Disminución en la capacidad de su funcionamiento y cambios de humor relacionados a la falta de descanso.
Aclaraciones o recomendaciones:
Los adultos deben mantener un promedio de 7-8 horas de sueño.
En los niños, su necesidad de descanso es mayor ya que depende de su desarrollo.
El sueño en ancianos es un sueño fraccionado; suele ser de 6 horas de sueño nocturno y 1:30 horas diurnas.
Las apneas del sueño y los ronquidos pueden ser consecuencia de otros problemas de salud y deben tomarse en cuenta, pero si no interfieren con la sensación de descanso no alteran el patrón.
Los ítems relativos a horarios, siestas, regularidad, etc. son informativos, no condicionan el resultado del patrón pero pueden orientar la intervención enfermera.
Estudia antecedentes o transtornos de sueño y la capacidad de una persona para su descanso.