No todas las plantas tienen fruto, pero las que se reproducen por reproducción sexual por semillas, tienden a producirlo. Cuando la flor ha sido fecundada, produce una semilla y esta forma a su alrededor el fruto.
La flor, la parte más vistosa para las personas en el caso de muchas plantas, es la encargada de la reproducción de la planta. Por ello, muchas veces, las flores son de colores tan llamativos: para atraer a los insectos polinizadores. No obstante, todas las plantas se reproducen por flores.
Las hojas son una de las partes más reconocibles de toda planta, y es que, pese a su gran diversidad de formas, tamaños e incluso colores, están presentes en casi todas las plantas y, además, las hojas de las plantas tienen funciones vitales, como la fotosíntesis, entre otras.
El tallo es la parte aérea de la planta que entre sus funciones tiene la de dar soporte y estructura a la misma, sosteniendo sus otros órganos vegetales aéreos, como las hojas y las flores. Otra de sus principales características es que presenta geotropismo negativo, que quiere decir que crece en sentido opuesto a la gravedad.
Es la parte ramificada que habitualmente se encuentra bajo tierra y con la que se alimenta.
Las raíces son el primer órgano que las plantas desarrollan cuando germinan, y podría decirse que el más importante.