Las culturas difieren mucho en
sus ideas del yo, algunas
fomentan un yo independiente
que es alto en autoestima y otras
promueven un yo
interdependiente que se defi ne
por las relaciones con los demás.
El concepto personal se vuelve más abstracto en la
adolescencia. Esto incluye el desarrollo de la capacidad para
distinguir entre un yo real y dos tipos de yo posibles, un yo
ideal y un yo temido. En la adolescencia el concepto personal
también se vuelve más complejo, con una mayor conciencia de
que pueden mostrarse diferentes aspectos del yo ante
diferentes personas y en situaciones distintas. Esto incluye una
conciencia de que a veces uno puede mostrar a los otros un yo
falso.
La investigación indica que la autoestima tiende a disminuir en
la adolescencia temprana y luego aumenta durante la
adolescencia tardía y la adultez emergente. La autoestima no
disminuye en todos los adolescentes, pero es más probable que
descienda en las muchachas que en los varones, y es más
probable que decaiga entre los blancos que entre los
afroestadounidenses. Los aspectos de la autoestima que tienen
mayor infl uencia en la autoestima total de los adolescentes son
la apariencia física y la aceptación de los pares.
Los adolescentes suelen experimentar
emociones más extremas, sobre todo
negativas como sentirse avergonzado o
torpe, en comparación con los
preadolescentes o los adultos. Carol Gilligan
ha argumentado que durante la
adolescencia hay diferencias de género en
el desarrollo del yo emocional, a medida
que las muchachas “pierden su voz”
mientras se conforman a las presiones
culturales para que adopten el papel
femenino, en lugar de reivindicar su
auténtico yo. Sin embargo, la investigación
sólo ha brindado apoyo mixto a esta
afirmación.
De acuerdo con Erik Erikson, el problema clave en el desarrollo del adolescente es el de la identidad
frente a la confusión de identidad, y los tres ámbitos principales de la formación de la identidad son el
amor, el trabajo y la ideología. El modelo del nivel de identidad ha orientado la mayor parte de la
investigación en este campo al clasifi car a los adolescentes en una de las cuatro categorías: exclusión,
difusión, moratoria y logro. Para los jóvenes de las sociedades occidentales, la formación de la identidad
comprende una moratoria psicosocial (un periodo de exploración de varias posibilidades de vida) que
continúa en la adultez emergente
Los adolescentes que son miembros de minorías étnicas
enfrentan el reto de formarse una identidad étnica
además de una identidad en las áreas del amor, trabajo e
ideología. La asimilación, marginalidad, separación y
biculturalismo son las cuatro alternativas posibles de la
formación de la identidad étnica.
La globalización está infl uyendo en los problemas de identidad
en la adolescencia y la adultez emergente. De manera específi
ca, genera más identidades biculturales e híbridas que combinan
elementos de la cultura local con elementos de la cultura global
y al parecer da lugar a una mayor confusión de identidad entre
los jóvenes de algunas culturas tradicionales.
Los estudios realizados con el método de muestreo
de experiencias encuentran que los adolescentes
están a solas alrededor de una cuarta parte de su
tiempo. Aunque su estado de ánimo suele ser bajo
en esos momentos, dedican ese tiempo a la refl
exión y la renovación. La soledad emocional suele
ser alta entre los universitarios de primer año.