El razonamiento abductivo es un tipo de inferencia cuyos vínculos con la actividad mental no son
exclusivos, pues tiene nexos estrechos con la acción humana —que no siempre pretende la verdad,
que pone todo en el marco del acontecimiento, intereses y necesidades humanas, ubica al sujeto por
delante.
El pensamiento y la conducta siempre se orientan, tienden a un fin, responden a un para qué y a un
por qué, de manera que los límites del quehacer humano son los límites de la intencionalidad y de la
referencialidad, límites que provienen de la verdadera existencia humana que son percibir y coexistir.
la abducción tiene un carácter analógico, predictivo, inventivo que no da seguridad de nada; solo ofrece la
posibilidad de regular racionalmente “nuestra conducta (racional) futura”. Para Eco: los nexos estrechos de
la abducción con la interpretación como inferencia sintética facilitan la producción de sentido sobre la base
de contextos y circunstancias no codificados, o sentidos que un determinado código no preveía; por eso la
abducción constituye un ejemplo claro de construcción semiótica.
Su intento es comprender la lógica de la invención, de allí, la
diferencia entre razonar hacia una hipótesis (abducción) y razonar
desde una hipótesis (inducción-deducción).
la abducción es una forma predictiva del razonamiento que, basada en conjeturas, afecta
profundamente las formas de la representación, rebasa la demostración, acoge la posibilidad y orienta
los dispositivos de la creatividad. Al traspasar los límites de la validez y la verdad, se mueve en el
terreno de lo probable y verosímil y genera nuevos órdenes desde los cuales se puede abordar la
problemática del sentido en la interpretación y la lectura.
La abducción es, entonces, un juego que, por fuera de la causalidad física o lógica, se apropia de la
causalidad sicológica para comprender el sentido y, desde allí, abordar la problemática humana desde
la perspectiva de los motivos, los intereses y las acciones. En tal virtud, apela a la formulación de otras
hipótesis, a experiencias y vivencias, a la creación de visiones no convencionales o a la reformulación
de conocimientos probados en la vida cotidiana.
Acercamiento histórico: Aristóteles, en el libro II capítulo 25, donde define los tipos diferencia, agrega una tercera que hace referencia a la
abducción y la define como la inferencia de la premisa menor a partir de la premisa mayor y la conclusión. " Teniendo esto en cuenta, Pierce se
dedicó a profundizar en el concepto y lo define principalmente como: “consiste en el examen de una masa de hechos que permite que esos hechos
insinúen una teoría”. Gracias a ese trabajo, la abducción se consolidó en el pensamiento de Peirce y dio lugar a la idea revolucionaria del
paradigma indiciario que permea los estudios históricos, psicoanalíticos, discursivos, literarios, médicos, entre otros que contribuye a ampliar los
marcos de conocimiento, dando un lugar a la hipótesis, la conjetura, la intuición, adivinación, al asombro.
La abducción para Peirce (citado por Beuchot, 1997), a pesar de ser lógica, no se ciñe totalmente a
reglas lógicas; su papel inferencial consiste en afirmar la conclusión de manera problemática,
ateniéndose a la formalidad lógica. En la abducción se pasa de la observación de ciertos casos a la
suposición de un principio general que dé cuenta de éstos. Se pasa del efecto a la causa, esto es, se
explica pero no de manera lineal, sino por asociación o, si se quiere, por retroducción.
De todo esto, cabe concluir que la abducción más que un razonamiento explicativo lo es ampliativo y,
por tanto, se puede considerar que es la lógica de la invención (Nubiola, 2001). Según este autor, la
abducción es el proceso mediante el cual se genera una hipótesis para dar cuenta de aquellos hechos
que sorprenden.
Para Ginzburg (1989) Se puede, entonces, afirmar que la abducción es un tipo de inferencia que se
apoya en aspectos secundarios, en datos marginales, para reconstruir de manera plausible un hecho
acerca del cual el investigador, el médico o el lector no tienen acceso directo.El saber de la abducción análisis de casos
particulares que pueden reconstruirse a partir de indicios, huellas, síntomas en donde queda algún
rastro de la relación significativa a través de la metonimia. A partir de estos rastros se pude descifrar
la realidad aunque la significación no sea transparente.
PROCESO INFERENCIAL DE LA ABDUCCIÓN
El caso de la abducción es diferente, tal como ya se manifestó, la abducción es un proceso inferencial
que se apoya en la lectura de indicios, signos de corte metonímico y, por tanto, analógico, lo que
configura una aproximación hermenéutica, no explicativa ni demostrativa. Una de sus
manifestaciones se da en el cuento policiaco, tipo de relato que consiste en el descubrimiento de la
verdad con base en la observación de síntomas; las hipótesis que construye son sintomáticas y no
explicativas, lo cual depende del tipo de relación que se establece entre las variables donde no se
requiere verificación ni el orden causal físico o lógico, sino en los órdenes sicológico o natural.
La abducción siempre piensa en función de lo otro, siendo una forma de razonamiento basada en
hipótesis, no desconoce la presencia del otro, siente admiración por lo extraño, no se asienta en el
terreno común de la evidencia sino que procura la comprensión.
Lo que busca la abducción es el sentido y éste es
relación, red, posibilidad, función, incertidumbre entre
significado y valor