Albert Bandura también centra el
foco de su estudio sobre los
procesos de aprendizaje en la
interacción entre el aprendiz y el
entorno
subestiman la
dimensión social del
comportamiento
reduciéndola a un
esquema según el cual
una persona influye
sobre otra y hace que se
desencadenen
mecanismos de
asociación en la
segunda.
El aprendiz no es un sujeto pasivo que asiste
desapasionadamente a la ceremonia de su
aprendizaje, sino que participa activamente
en el proceso e incluso espera cosas de esta
etapa de formación: tiene expectativas.