La honestidad. Supone que como
personas debemos decir siempre
la verdad.. Ser honesto significa
ser objetivo, hablar con
sinceridad y respetar las
opiniones de otras personas.
La sensibilidad. Debemos ser
sensibles ante otras personas.
Una persona sensible
comprende las miradas y los
gestos más allá de las palabras
y sabe cuando otra necesita
algo.
La gratitud. Estamos
acostumbrados a un mundo
que se mueve muy deprisa.
Nos quejamos de lo que no
tenemos o de lo que tenemos
sin darnos cuenta de que
debemos ser agradecidos, pues
en nuestra vida hay muchos
motivos para decir “gracias”.
La prudencia. Actuar con
prudencia significa saber
evaluar los riesgos y
controlarlos en la medida de lo
posible. Es importante ser
prudente cuando no se conoce a
otra persona o cuando no se
sabe cuáles son las
circunstancias de un caso.
La responsabilidad. Supone el
cumplimiento de las
obligaciones, el tener cuidado a
la hora de tomar decisiones o
llevar a cabo una acción. Es una
cualidad que poseen las
personas que son capaces de
comprometerse y actuar de
forma correcta.
La humildad. Nos permite
conocernos a nosotros
mismos, saber que tenemos
defectos y aceptarlos,
entender que siempre se
puede sacar una lección de
todo lo que ocurre a nuestro
alrededor.