Tras una serie de intentos fallidos, en 1944 se construyó en la Universidad de Harvard, la Mark I,
diseñada por un equipo encabezado por Howard H. Aiken. Esta máquina no está considerada como
computadora electrónica debido a que no era de propósito general y su funcionamiento estaba
basado en dispositivos electromecánicos llamados relevadores. Esta se denominó una computadora
de 1° generación. Con el tiempo siguieron generaciones que iban actualizando ciertas funciones hasta
que llego la 6° generación que va hasta hoy en día.