La organización cerebral de la
lectoescritura, características y
causas de las alexias y agrafias.
El control y la organización del lenguaje se encuentran, esencialmente, localizados en el hemisferio
izquierdo del cerebro.
El hemisferio izquierdo es el hemisferio considerado como dominante para el lenguaje en las
personas diestras.
Área de Broca (área 45)
Situada en la parte posterior inferior del lóbulo frontal.
Área motora del lenguaje, relacionada con la producción.
Cerca del área de Broca se representan los músculos
faciales y laríngeos
Área de Wernicke (área 22)
Situada en la parte posterior
izquierda del lóbulo temporal.
Relacionada con la comprensión.
Córtex motor primario (área 4)
Relacionado con el control del
movimiento, en ciertas partes se
controlan los movimientos
voluntarios.
Córtex auditivo primario (área 41)
Registra los estímulos auditivos.
La alexia es sencillamente una incapacidad adquirida para leer. "una alteración en la lectura, y
puede definirse como una pérdida parcial o total resultante de un daño cerebral".
La alexia central o parieto-temporal se genera por daño en la denominada circunvolución angular
del hemisferio izquierdo. Su principal característica es la presencia simultánea de alexia y agrafia.
La alexia posterior u occipital suele ser llamada también alexia sin agrafía. Es el caso de las personas
que pueden escribir bastante bien pero son totalmente incapaces de leer lo que han escrito.
Eventualmente pueden leer palabras de uso muy frecuente como el nombre propio o el del país de
origen. Queda claro que el paciente reconoce el código lingüístico, pero la alteración le impide la
organización visual de las letras.
La alexia frontal o anterior parte de una lesión que se localiza en el área motora del lenguaje (área
de broca). Es el tipo de lesión que desemboca en un cuadro complejo que involucra una afasia
motora y un cuadro también complejo de alexia. Esta alexia, que está asociada a la afasia motora
puede ser considerada como una afasia literal, quiere decir que básicamente el paciente no reconoce
el código lingüístico, por lo cual, a pesar de poder reproducir verbalmente algunas palabras no las
puede deletrear.
En último término está la alexia espacial o del hemisferio derecho. Es una alteración de la lectura
que, a diferencia de las enunciadas anteriormente, no reporta una lesión del hemisferio izquierdo. Al
contrario se han encontrado innumerables casos de lesiones del hemisferio derecho que terminan
manifestándose en esta forma de alexia.
Los siguientes son los rasgos propios de la alexia espacial: presencia de agrafia espacial, es decir por
la imposibilidad de ubicar el lápiz, la hoja y los renglones; la lectura literal es buena y buena la
comprensión y el deletreo. En otras palabras, la dificultad está en organizarse apropiadamente en el
espacio para poder reproducir las palabras, como cuando seguimos el renglón con el dedo para no
desorientarnos. En la alexia espacial incluso este ejercicio de seguir el renglón se convierte en una
tarea difícil de realizar.
Agrafia, una alteración de la capacidad de escribir debida a lesión específica del cerebro. Merani
(1979) la define como "imposibilidad de comunicar por escrito, con independencia de nivel mental y
de los antecedentes escolares". Un aspecto de las agrafias es que no suelen presentarse en forma
aislada; por lo regular, se acompaña de otras alteraciones del lenguaje, bien en la producción o en la
comprensión. De hecho, en la mayoría de los casos la agrafia es secundaria a una alteración como la
afasia o la apraxia.
las agrafías se pueden clasificar en afásicas y no afásicas, cuyo fundamento es la pertenencia o no a
un síndrome afásico más amplio.
Las agrafias afásicas son aquellas que se hacen notorias en el marco de un síndrome afásico de
base. Es decir que las agrafias afásicas son secundarias a un diagnóstico afásico. Por ello las agrafias
afásicas incluidas en la clasificación son: agrafia en la afasia de Broca, agrafia en la afasia de
Wernike, agrafia en la afasia de conducción y las afasias que se pueden presentar en otros tipos de
afasias. Para reconocer las características de cada agrafia afásica basta repasar las alteraciones del
lenguaje escrito que se describieron en los tipos de afasia.
las agrafias no afásicas. Estas son alteraciones del lenguaje escritas no asociadas a un diagnóstico de
afasia. Son alteraciones que se presentan como consecuencia de lesiones que afectan partes del
sistema nervioso central no cortical, esto es lesiones en el cerebelo, los ganglios basales, el tracto
cortico-espinal o los nervios periféricos. En este tipo de agrafias el problema de la escritura tiene que
ver con la pérdida del control mecánico de los órganos efectores de la escritura. Las agrafias no
afásicas pueden ser enunciadas como agrafias motoras; entre ellas la agrafia hipoquinética, agrafia
hiperquinética y agrafia parética.
La agrafia hipoquinética se presenta por causa de lesiones extra-piramidales, como en el caso de la
corea o el parkinsonismo. Lo característico de esta clase de agrafia es la presencia de
micro-grafismos, que pueden ser exageradamente pequeños o, en algunos casos, con decrecimiento
notable en el tamaño de las letras. Al contrario de la agrafia parética, en este tipo de agrafia el
problema radica en un enlentecimiento de los movimientos a causa de una reducción importante del
tono muscular.
La agrafia hiperquinética, por su parte, sin ser una alusión definitiva, se relaciona con una alteración
de los ganglios basales debida a anomalías en los neurotransmisores. El lenguaje escrito se ve
alterado por efecto del escaso control voluntario de los movimientos. Roselli (1992) también plantea
que la disquinesia tardía producida por neurolépticos también genera movimientos coreiformes de
las manos y los dedos, aunque no imposibilita del todo la posibilidad de escribir.
la agrafia parética que se presenta cuando se genera un daño en los nervios periféricos,
especialmente del nervio radial o el nervio ulnar medial; a causa de neuropatía o atrapamiento
nervioso. El caso es que los miembros superiores adoptan una postura rígida y generan una escritura
tipo molde, es decir con rasgos angulares y formas agrandadas y exageradas.