secreta otras hormonas, como la amilina, la
somatostatina y el polipéptido pancreático
los ácinos, que secretan jugos
digestivos al duodeno
los islotes de Langerhans, que secretan insulina
y glucagón de forma directa a la sangre.
El descenso de la glucemia hace que el páncreas
reduzca la secreción de insulina.
Inmediatamente después de consumir hidratos de carbono, la
glucosa absorbida hacia la sangre induce una secreción rápida de
insulin
provoca la captación rápida, el almacenamiento y el
aprovechamiento de la glucosa
Uno de los efectos más importantes de la insulina es el
depósito casi inmediato de glucógeno en el hígado
inactiva a la fosforilasa hepática, la enzima principal
encargada de degradar el glucógeno hepático a glucosa
aumenta la captación de la glucosa
sanguínea por el hepatocito.
La insulina ejerce diversos efectos que inducen el
depósito de lípidos en el tejido adiposo.
La insulina facilita la síntesis y el
depósito de proteínas
Si no se ejercita después de una comida, la glucosa se depositará como
glucógeno muscular y no se empleará como sustrato energético,
El glucagón activa a la adenilato ciclasa de la
membrana de los hepatocitos
lo que determina la síntesis del
monofosfato de adenosina cíclico,
que activa a la proteína reguladora de la
proteína cinasa
por último, se desfosforila para que
el hepatocito libere glucosa.
efecto más importante sea la activación de la lipasa de las
células adiposas, con lo que aumenta la disponibilidad de
ácidos grasos para su consumo energético.
El glucagón provoca glucogenólisis y aumenta la glucemia
degradación del glucógeno
hepático (glucogenólisis
La diabetes mellitus es un síndrome caracterizado por la alteración del
metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas,
La diabetes de tipo I, también denominada diabetes mellitus
insulinodependiente (DMID), se debe a la falta de secreción de insulina.
Un tratamiento eficaz de la diabetes mellitus de
tipo I requiere la administración de la insulina
Tipo II, también denominada diabetes mellitus no insulinoindependiente , está causada por
una menor sensibilidad de los tejidos efectores a las acciones metabólicas de la insulina.
La diabetes de tipo II es mucho más frecuente que la de tipo I y representa
alrededor del 90% de todos los casos de diabetes mellitus.
Al contrario que la diabetes de tipo I, la de tipo II se asocia a
un aumento de la concentración plasmática de insulina
La dieta y el ejercicio se recomiendan, a menudo, a los enfermos con diabetes de
tipo II, con la idea de que adelgacen y de que ello anule la resistencia a la insulina