el objeto se construye sobre una plataforma horizontal, sumergida
en una resina líquida fotopolimérica. Un haz de luz láser (ultravioleta
o visible) solidifica la superficie de la resina por fotopolimerización
Material jetting
Esta tecnología es la más cercana a la impresión 2D convencional. La
creación de piezas consiste en la deposición de pequeñas gotas de material,
generalmente fotopolímero, por medio de múltiples inyectores las cuales
curan al estar en contacto con luz UV.
Fusión selectiva por láser
La producción de objetos mediante SLS requiere el uso de un láser
de alta potencia (por ejemplo, un láser de CO2) para fusionar
pequeñas partículas de plástico, metal, cerámica o cristal en una
forma tridimensional deseada.
Binder Jetting
Esta tecnología, desarrollada en los 90 por el MIT, trabaja con dos tipos de materiales, un material en
polvo (que puede ser un polímero o un cerámico) y un agente ligante o endurecedor normalmente en
estado líquido. El polímero en polvo es depositado en forma de una fina capa sobre la superficie de
trabajo. Una vez depositada la primera capa de material, la máquina recorre el patrón de la pieza
inyectando el agente endurecedor donde es necesario. Finalizada la primera capa, se dispensa una
nueva capa de polvo, siguiéndole una nueva inyección de endurecedor
Extrusión de material
Este es el tipo de impresión 3D más conocido, de hecho, es el que usualmente se puede ver en video de tipo
promocional. Utiliza como material principal el termoplástico y este se va depositando en filamentos por capas.
Los depósitos dan forma al objeto final.