Un sistema operativo está compuesto por un conjunto de
paquetes de software que pueden utilizarse para gestionar las
interacciones con el hardware. Estos elementos se incluyen por lo
general en este conjunto de software:
Núcleo
Representa las funciones básicas del sistema
operativo, como por ejemplo, la gestión de
la memoria, de los procesos, de los archivos,
de las entradas/salidas principales y de las
funciones de comunicación.
Intérprete de comandos
Permite la comunicación con el sistema operativo a
través de un lenguaje de control, permitiendo al
usuario controlar los periféricos sin conocer las
características del hardware utilizado, la gestión de
las direcciones físicas, etcétera.
Sistema de archivos
Establece que los archivos se
registren en una estructura
arbórea.