onocido como Jesús (en griego antiguo: Ἰησοῦς, Iesous; en arameo: ܝܫܘܥ, Išo; en hebreo antiguo: יְהוֹשֻׁעַ,
Yehošuaʕ, o יֵשׁוּעַ, Yešuaʕ), Cristo (en griego antiguo: Χριστός, Christós;
en arameo: ܡܫܝܚܐ, Mʕšiha; en hebreo antiguo: מָשִׁיחַ, Māšîaḥ) o Jesucristo, es la figura central del
cristianismo y una de las más influyentes de la cultura occidental. Según la opinión
mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre
su figura,1 Jesús de Nazaret fue un predicador judío2 que vivió a comienzos del siglo i en las regiones
de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio
Pilato.
Ante la figura de Jesucristo nos quedamos todos en suspenso. Y hoy, después de dos mil años, nos
seguimos preguntando como aquellos primeros que lo vieron actuar: