Partiendo de esa
estructura de las
clases sociales.
La sociedad Griega establece entre
el cuidadano y el esclavo; y que
consiste en que el cuidadano es un
ser humano que posee logos. Poseer
logos significa ser humano capaz de
inteligencia.
En cambio el esclavo
aparece en la sociedad
como un ser humano
carente de
inteligencia y de
razón, el esclavo es un
hombre semejante a
una bestia.
Esta deshumanización
llega a estos extremos:
El ser que no es un ser humano es
una cosa. Para la conciencia Griega
los esclavos son tratados del mismo
modo como son tratadas las cosas,
por ello los esclavos son propiedad
de los que poseen logos.
El hombre que trabaja
en Grecia no es el
cuidadano, el hombre
que trabaja es el esclavo.
El hombre
contemplador y
especulador, en el
sentido de la
inteligencia y de la
razón, es el cuidadano.
El esclavo entonces el productor
de la riqueza, es el que invierte las
fuerzas del trabajo y maneja los
instrumentos de la producción.
Le corresponde lo estrictamente
necesario para entretener su
miseria y para seguir trabajando
con objeto de producir más riqueza
al propietario o dueño del esclavo.
El esclavo es un ser enajenado.
Y de esta tendencia los
esclavos por dejar de ser
esclavos se manifesta en la
historia por las rebeliones
de los esclavos en contra de
los cuidadanos.
El modo esclavista de
producción y de vida
social desapareció
debido a las siguientes
contradicciones: