Los nutrientes aportan la energía que
necesitan las células para poder funcionar. Por
ejemplo, para que los músculos se muevan, es
necesario que las células musculares se
contraigan, y necesitan energía para hacerlo.
Plástica o estructural.
Se necesitan nutrientes para el crecimiento y
renovación de las células y tejidos que se destruyen
por heridas o por renovación de las células.
Reguladora.
Los nutrientes también aportan sustancias que
permiten que se realicen en las células
reacciones químicas necesarias para su
funcionamiento.