El fósforo llega a los océanos por filtración y escurrimientos, y una vez ahí se disuelve en el agua del
mar o entra en las redes tróficas marinas. Parte del fósforo se hunde hasta el suelo oceánico y se
convierte en sedimento, el cual puede volver a la tierra por levantamiento geológico.
El ciclo del fósforo es lento en comparación con otros ciclos
biogeoquímicos como el del agua, el carbono y el nitrógeno En la
naturaleza, el fósforo se encuentra sobre todo en forma de iones
fosfato PO43.
Los compuestos fosfatados se encuentran en las rocas
sedimentarias y, a medida que estas se meteorizan. (Se desgastan
a lo largo del tiempo )
El fósforo que contienen se filtra lentamente hacia el suelo y las aguas
superficiales. La ceniza volcánica, los aerosoles y el polvo mineral también pueden
ser fuentes significativas de fosfatos, aunque el fósforo no tiene realmente una
fase gaseosa como el carbono, el nitrógeno y el azufre.
Las plantas pueden absorber los compuestos fosfatados del suelo y
transferirlos a los animales que se las comen. Cuando las plantas y los
animales excretan desechos o mueren, los fosfatos pueden ser
absorbidos por los organismos detritívoros o regresar al suelo.
Los compuestos fosfatados también pueden ser transportados en los
escurrimientos hacia los ríos, lagos y océanos, donde son absorbidos por
los organismos acuáticos.
Cuando los compuestos fosfatados de los cuerpos o desechos de los organismos
marinos se hunden hasta el suelo oceánico, forman nuevas capas
sedimentarias. Con el transcurso de largos periodos de tiempo, la roca
sedimentaria fosfatada puede moverse del océano a la tierra mediante un
proceso geológico llamado levantamiento.
Tiempo que pasa en el océano — de 20,000 a 100,000 años. —