Cada corporación tenía privilegios, las
leyes no eran iguales para todos.
Los 'fueros' era el nombre de los
privilegios que tenía cada
corporación.
Las tensiones sociales de la ciudad
Las reformas borbónicas
generaron grandes fortunas,
pero desestabilizaron el
antiguo orden.
Las riquezas no fueron
distribuidas equitativamente,
así que los que vivían en el
campo migraron a la ciudad
por mejores oportunidades, al
llegar ahí, terminaban en la pobreza.
En el siglo XVIII, las ciudades estaban pobladas
principalmente por vagos que pedían limosna
El crecimiento de las haciendas y los conflictos
rurales
El crecimiento agrícola dio como resultado el crecimiento
de las haciendas. Esto creo conflictos rurales.
Frente a la desaparición de la protección corporativa brindada a los pueblos indios, estos
abandonaron sus comunidades y buscaron emplearse en haciendas, convirtiéndose en
jornaleros o peones asalariados.
Aquellos que no tenían empleo se dedicaban a mendigar o asaltar. La pobreza
ocasionaba hambre, y ésta, desnutrición. Esto debilitó el sistema inmunitario,
causando epidemias de viruela.